Si los giros lingüísticos ni las maniobras de distracción le han servido al alcalde Miguel Ángel Cámara para evitar reconocer lo que es ya una evidencia para la ciudadanía: el AVE llegará a Murcia sin soterramiento.

Tras un año ocultando la verdad, Cámara ha terminado afirmando que las previsiones son que el AVE llegue a Murcia para el año 2014-2015 en una primera fase en superficie, añadiendo que esto «estaba contemplado en el propio proyecto de soterramiento de desarrollo de la llegada del AVE al municipio». Es decir, que según nuestro alcalde, el proyecto que nos ha vendido en estos últimos años y que haría nacer en el sur de la ciudad una «nueva Murcia, moderna y vanguardista» no ha existido nunca porque el proyecto de soterramiento en realidad no preveía el soterramiento.

La cosa podría tener su guasa si no estuviera en juego el futuro de miles de vecinos que han dedicado muchos años de lucha a reivindicar la eliminación de esa frontera que constituyen las vías del tren. Unos vecinos a los que Cámara minusvalora al considerar que su ocultación de la realidad no es tal, sino el fruto de la mala información de la ciudadanía. El colmo de la caradura mediática.

La propia constitución en el año 2006 de la Sociedad Murcia Alta Velocidad desmiente las palabras del alcalde. Esta entidad, de la que forman parte Fomento, la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento, no se crea para conseguir la llegada del AVE, sino para coordinar las actuaciones correspondientes al desarrollo de la actuación y de la transformación urbanística del nuevo entorno ferroviario; es decir, el soterramiento y la nueva estación. El resultado de sus gestiones constituye el rotundo fracaso que se nos pretende ocultar: la nueva estación será provisional y el soterramiento de las vías del AVE, con mayor impacto en la trama urbana que las actuales, se suspende sine die.

En este punto no está de más reconocer las insuficiencias de un proyecto cuya financiación en un 43% dependía de los hipotéticos beneficios de la operación urbanística prevista en la zona. También es de justicia recordar que esta concejala fue la única que expuso tal incongruencia en el pleno de mayo de 2010 en el que se aprobó el Plan Especial correspondiente, siendo por ello duramente criticada por los otros dos grupos políticos con presencia en el pleno. Unos me acusaron de ´ignorante´ por no conocer los detalles de una operación tan escrupulosamente estudiada y otros de ´falta de compromiso con los murcianos´. Lamentablemente, en muy breve tiempo se ha demostrado que teníamos razón.

Al sentirse acorralado por sus mentiras, el alcalde ha optado por una maniobra de distracción con la que ocultar su incapacidad manifiesta para defender los intereses de sus vecinos ante el Gobierno de Rajoy y ha sacando del cajón al Consejo Social de la Ciudad, un órgano que se creó en 2005 y que hasta ahora no se había constituido. En el seno de este órgano, en el que Cámara tiene garantizada la mayoría, intentará conseguir el espaldarazo social a la llegada del AVE como sea y apuntarse el tanto que le permitirá cortar otra cinta, si es que sigue de alcalde.

Y mientras, quienes no puedan permitirse pagar los nuevos precios del billete para llegar antes a Madrid, seguirán clamando por el desarrollo de la variante de Camarillas y los vecinos de la zona sur protestando por la nueva frontera que seguirá aislando sus barrios y pedanías y devolviéndolos al urbanismo de los 70. Se ve que el progreso no está hecho para ellos.