Aunque inicialmente parece ser que el cierre de la televisión autonómica 7RM va ser temporal, bien cierto es que no hay ninguna garantía de continuidad. Por lo pronto, habrá un refrito de programación durante siete u ocho meses, y por supuesto, nada avala que se vayan a mantener los casi 300 puestos de trabajo directos que GTM tiene en estos momentos.

Si 7RM nunca ha sido una lacra para las arcas autonómicas, ni ha tenido déficit, ¿cuál es la razón por la que se suspende el contrato con GTM y se despide a estos profesionales? Sabemos que hay empresas muy próximas a antiguos dirigentes políticos que podrían estar intentando quedarse con la explotación de algunos canales autonómicos, o están en vías. En esta Región queremos una television autonómica hecha por gentes de esta tierra. Ya está bien de colonizaciones de productoras ajenas a esta Región, que no dan trabajo a nuestros profesionales.

El tema económico me parece insuficiente, ya bastante tenemos con la colonización de otras televisiones autonómicas, como son Canal 9 ó Canal Sur. Se puede ahorrar por otros lados, sin dejar nuestra identidad, esto es algo No Typical.

Cuando hace siete años, desde el Palacio de San Esteban se requirió la participación de un grupo de empresarios para que montaran una productora de TV , que fue denominada Grupo Empresarial de Television Murciana (GTM), estos, aún desconociendo el mundo de la televisión y no siendo su negocio, como reiteradamente han dicho muchos de ellos, fueron fieles y aportaron cantidades de dinero importantes. Y lo hicieron más cre yendo en el servicio que se podía prestar a la Región que en el beneficio económico. Así se constituyó GTM y, si bien es cierto que ha habido una época de bonanza, ninguno de estos empresarios murcianos han obtenido beneficios. Ahora, las circunstancias son que se les rescinde el contrato que tenía que acabar el 31 de diciembre, con la posibilidad de dos años de prórroga.

No desmantelemos lo poco que tenemos y que queda del sector audiovisual murciano, pues la falta de apoyo de los órganos públicos, ha llevado al cierre a algunas televisiones de referencia. Es una pena.