El pasado 7 de mayo, la página 16 de El País encabezaba el siguiente titular: «La Armada estudia parar su único portaaviones por falta de fondos» Desde luego, leído así resulta un tanto impactante. Uno se imagina a los mandos con la marinería formada en cubierta y arengándoles que se vayan tirando al agua y naden hasta sus casas, que la tarjeta de Solred Navy está sin blanca. Y la verdad es que acojona un poco. Pero que los malos se enteren por los periódicos de que no tenemos ni para que el cañón de popa haga pum, y nos ataquen las costas, me acojona bastante más. Debería prohibirse a la prensa que aireara nuestros culos cuando no hay trapo que tape la grieta. Quise entender que, como El País es de las gauches y los que ahora mandan de las droites, haya querido sacarle los coloretes con mala láctea, así que seguí leyendo la letra chica€

Y resulta que el Príncipe de Asturias (el ´porta´, claro) tiene más de 30 años, y eso pa´ un caballo y un buque es una barbaridad. Y que meterlo en carena a estirarle los cascos y ponerles riñones nuevos cuesta un ojo de buey Apis, y como comprar uno nuevo con la que está cayendo es un disparatado dispendio, pos ná, que van a ´restringir su actividad´, creo que lo llaman, o sea, como a Fidel Castro, solo lo sacarán para hacerle fotos en chándal. Así que pondremos a los aviones en tablas y reinventaremos el hidroavión surfero, a ver si funcionase€

Pero es que, como la pasta para mantenimiento de navíos se ha reducido un 25% en lo que va de crisis, el buque de desembarco Pizarro, por cierto que ya comprado usado a los EEUU en 1995, también lo vamos a jubilar y a no reponer, lo que hace que además de poder ser invadidos tampoco podamos invadir nosotros, porque no vamos a desembarcar tirándonos desde el pañol de proa para torcernos un tobillo encima, vamos, digo yo€ Pero hay más: la antigua corbeta Diana ha pasado igual a emérita, por lo que nos hemos visto obligados a abandonar el mando rotativo de la flota de cazaminas de la Otan. O sea, ni pa´ jugar con los compas del guá tenemos canicas. Sumémoslo al desguace del patrullero de altura Chilreu y a dos de la media docena de fragatas Santa María que tenemos, y como no repongamos algo en medianas condiciones, nos quedamos en cuadro, acho€ Vamos a tener más almirantes que barcos.

Alguien estará pensando que, bueno, nuestro fuerte está en lo de Isaac Peral, que para eso Spain inventó el submarino, y seremos una potencia en sumergibles€ Pues sí, grumete mío, sí, pero la fabricación de los S-80 está en dique seco, y de los S-70 nos quedan cuatro y son de la época de Popeye. Que el último que mandamos a lo del bloqueo de Libia nos lo pusieron de asistente del ayudante del cantinero, y encima se las colaban de peineta€

Al día siguiente a los hechos referidos, en este mismo periódico aparece la noticia de que «los buques de la armada evitan aguas internacionales para ahorrarse el plus de la dotación». Esto, en lenguaje coloquial casquero quiere decir que no hay ni para pagar el tupi de la tropa. OK, Nelson, oído cocina... En cuantito se enteren los piratas del Índico o los berberiscos mismos, se agarran los esquifes y chalupas y se vienen a por las gallinas directamente, sin mayores preámbulos. Que por eso digo yo de, al menos, no decirlo, leches€ Que encima somos más tontos qu´el rabo de una maza€ ¿O por qué se creen que los gibralenglish no están tocando los pirindolos?

Aunque reza el sudodicho informe que los recortes ya comenzaron hace cuatro años, cuando empezó a sonar el vals de los brotes verdes. Ya entonces parece ser que fue cuando el ministro de defensa Bono pronunció la célebre frase: «Ej que yo no mandé mis barcos a luchar contra las dificultades», creyendo que era suya, si bien la guinda del pastel es de Guindos, que pienso que ha debido soltar una de las de su estilizado cuño, como que «es un ajuste ponderado de la empírica a la resistencia pasiva en labores humanitarias», haciéndose el Gandhi.

Así que, si me lo permiten, yo voy a terminar con un homenaje al que más sabía de todas estas cosas, a mi insigne e ilustre tocayo, el muy llorado, admirado y recordado Gila: «Riiiiing, riiiiing€ Oiga, ¿es el enemigo?... ¿Sí?... ¿Tocan ustedes la cosa esta del fútbol?... ¿Sí?... Pues que digo yo si les prestamos un rato al Iniesta y al Villa, a ver si nos dejan ganar un poquico la guerra€».