Hace unos años, cuando éramos ricos y ser concejal de pueblo daba derecho a palco reservado en el Bernabéu, un refinado consejero del Gobierno regional (que en las comidas oficiales señalaba su vaso a un camarero ordenándole que nunca estuviese vacío de Cardhu) daba una erudita conferencia en una localidad murciana. Versaba sobre la historia de la Humanidad desde una perspectiva binaria, siempre basculando entre el materialismo y el espiritualismo. En primera fila estaba el alcalde. Acabado el acto, el burgomaestre se acercó al conferenciante.

€Oye, ha estado muy bien lo que has dicho. Pero que yo me entere: al final, ¿que es lo mejor de tó, eso del materialismo o hacer ´espiritismo´?

Esto es lo que hay. Esta es la media del poder local en la Región (y en España). Hemos vivido una época en que no hacía falta aire acondicionado en los Ayuntamientos porque lo proporcionaba el abaniqueo de las máquinas de contar billetes y unos alcaldes que, después de escuchar la conferencia acerca de las épocas en que el hombre se eleva o bien se apega a lo mundano, lo que les pide el cuerpo es pillarse un tablero ´ouija´. Por eso me parece absurda esa indignación con el Ayuntamiento de Alcantarilla por pagar éste 10.000 euros más IVA a un tal Kiko, hijo de la tonadillera Pantoja, por pinchar discos en una verbena. Si el ayuntamiento de Alcantarilla aún puede hacer eso con dinero que no tiene, no es que no sepamos qué hace aquí el hijo de la Pantoja, sino que no sabemos por qué existe aún el ayuntamiento de Alcantarilla, que no lo han disuelto.

Alguien se queja de que estos excesos se podían entender cuando aquí le pegábamos fuego a los billetes pero que ahora es incomprensible. Para mí lo incomprensible sería que los Ayuntamientos, visto como digo el nivelón, se arrancaran a organizar lecturas del Vizconde de Chateaubriand gratis, y no pelotazos de Kiko Rivera, aunque a cambio no tengan ni para pagar la luz. ¡Como que en Los Alcázares también patrocinan un concierto de su madre, la viuda, se conoce que por nostalgie de la boue, la nostalgia del cieno, cuando la corrupción marbellí llegaba hasta ciertas ramificaciones en el Mar Menor!

Los consistorios no supieron qué hacer con el dinero, con el resultado de quiebra masiva, y nunca han sabido manejar la cultura del pueblo, porque siempre acaba en Kiko Rivera (o en el espiritismo). Se dejó hacer a los Ayuntamientos en el tema del suelo y el resultado es la ruina, y se dejó hacer en festejos y el resultado es que tienen que quebrar los proveedores para que la familia Pantoja se lo siga llevando.