Si a esta reforma se le ha denominado la reforma del despido fácil y barato, no menos importante es el nuevo contrato estrella denominado ´contrato de apoyo a los emprendedores´, el cual merece unas breves reflexiones.

El contrato Rajoy, que pasará a la posteridad por tener cuerpo indefinido con alma temporal, es incluso peor que los temporales por obra y servicio, bien conocidos por la mayoría de las personas trabajadoras de este país.

Un contrato dirigido a empresas de menos de cincuenta trabajadores en que el salario será el que establezca el convenio y a jornada completa; la reforma facilita que la empresa tenga su propio convenio y si éste no existe, tras desaparecer la ultraactividad de los mismos, queda abierta la puerta a las condiciones laborales en sus términos puramente mínimos o máximos del Estatuto de los trabajadores, o séase SMI.

La duración del periodo de prueba será de un año, con independencia de lo que se establezca convencional o estatutariamente, un tiempo excesivo y claramente abusivo para comprobar la adaptación de la persona trabajadora a los requerimientos del puesto de trabajo; la finalización del contrato durante este periodo es totalmente libre, gratuita y sin preaviso. Al menos a la finalización de los contratos temporales se debe indemnizar al trabajador con diez días de salario por año trabajado.

Al no ser un despido no operan las protecciones contra el mismo que existen para las mujeres embarazadas, delegados de personal, trabajadores con reducción de jornada por cuidado de un menor, discapacitado o familiar, en cuyo caso implicaría una violación de los derechos fundamentales y, en consecuencia, despido nulo.

La empresa tendrá una desgravación fiscal del 50% del importe de la prestación económica por desempleo que estuviera percibiendo la persona desempleada, es decir se elimina un parado de los datos del paro, pero el gasto de su protección va a parar a la empresa.

Además, la empresa tendrá bonificaciones en sus cotizaciones a la Seguridad Social cuando el trabajador sea menor de 30 años o parado de larga duración mayor de 45 años. Ante esta diferenciación cabe preguntarse:¿Tendrán más probabilidades de contratación aquellos que estén percibiendo la prestación? En una Región donde la mitad de las personas desempleadas llevan más de dos años sin trabajar, y el índice de cobertura de la prestación por desempleo ha descendido, la respuesta es sí. Ojo, que no sirve el subsidio o popularmente conocido como ayuda familiar.

¿A quién seleccionarán las ETTs, agencias privadas de colocación y demás entes intermediarios laborales? Como empresas privadas con ánimo de lucro se centrarán en aquellas personas con mayor empleabilidad, pero no por su idoneidad al perfil del puesto de trabajo ofertado, sino por la cuantía de su prestación por desempleo, que es la que contribuirá a la financiación de la empresa solicitante. Es indiscutible que este nuevo contrato va a impulsar el viejo y agotado axioma de fomentar la competitividad a través de la reducción de los costes laborales, estrategia empresarial equivocada a todas luces. En consecuencia, se va a producir una terrible discriminación entre las personas desempleadas, la eficacia limitada de la orientación profesional y de los incipientes esfuerzos por potenciar la intermediación laboral por el Servicio de Empleo y Formación, SEF.

Por otro lado, no se le exige a la empresa el mantenimiento neto del empleo para la obtención de las ayudas económicas, lo que provocará lo que los expertos denominan un ´efecto sustitución´; la empresa podrá sustituir a trabajadores no susceptibles de beneficiarse de las ayudas por otros de los cuales sí pueden obtenerlas. No será nada difícil despedirlos al invocar tres trimestres consecutivos de disminución de ingresos o ventas, pues ¿qué empresa no se encuentra en esa situación con la actual caída del consumo?

Coincido con una clase empresarial honesta, valiente, con visión de futuro, que valora a sus trabajadores y trabajadoras como el factor productivo más valioso de sus empresas y lanzo un aviso a todas las personas: si os hacen un ´contrato Rajoy´ y os despiden, comunicadlo a Hacienda y a la Seguridad Social.