Imposible echar marcha atrás, no vale ´donde dije digo, ahora digo Diego´. Cuando se publique este artículo ya se sabrá el resultado de las elecciones. Real como la vida misma el dispar gusto e interés por la lluvia pero ya podemos empaparnos de lo que nos espera. Quizá la vuelta a empezar borre pronto la distancia entre vencedores y vencidos en pro del esfuerzo común para sacar a España de la crisis. Soluciones prácticas, sencillas e inteligentes. Sumar ideas e ideales, restar pérdidas de tiempo, multiplicar el crecimiento económico y los puestos de trabajo, dividir o repartir tareas. Es como empezar a contar con los dedos pero así nos va. De sobra conocemos la situación que estamos padeciendo más que viviendo.

Las expectativas no son nada halagüeñas. Resultan imprescindibles otros esquemas mentales para percibir el mundo según las actuales circunstancias y centrarnos en el espacio que habitamos en nuestra aldea global. Transformar el caos actual en un posible futuro utilizando los medios con claridad de fines. Confiar en la capacidad de los demás y en la propia porque necesitamos cambiar nuestro modo de actuar. Reflexionar, planificar, programar. Todos a una más que en Fuenteovejuna, no quedarnos perplejos ante el caleidoscópico y peligroso juego —nada claro— de la crisis.

Esfuerzo y compromiso. Exigencia y ayuda mutua. El mejor gestor del futuro es el presente. La suerte está echada y no hay que volver la vista atrás, como decía aquel. «¿Atrás?... ni para tomar impulso». Sabemos donde más nos duele. Atajar y curar. Cambiar, crecer. Perder el miedo a llamar a las situaciones por su nombre y trabajar con seriedad. Estamos hasta el cuello pero tenemos que salir a flote. No todo está perdido. Buscar las soluciones certeras a los problemas generados por la crisis.

España siempre será diferente y la indiferencia no es lo nuestro. «Poquito a poco, entendiendo que no vale la pena andar por andar, que es mejor caminar ´pa´ ir creciendo» (Chambao). El resultado electoral va mucho más allá de las urnas. Responsabilidad política, social, personal y sobre todo, las cuentas claras; fecha, concepto, debe, haber, saldo… de momento, tratar de paliar el déficit económico (los milagros siguen existiendo) y dar prioridad a paliar las necesidades de los sectores más débiles de la sociedad.

La solidaridad es un valor en alza. «El hermano ayudado por el hermano es como una ciudad amurallada»... como Fuenteovejuna:

—¡Todos a una!