Se acaban de conocer los resultados de las pruebas de estrés a bancos y cajas de ahorro y parece ser que en nuestro país, salvo unas pocas cajas recientemente fusionadas que pueden necesitar unos 3.500 millones más de euros, el resto están bien. La ministra Salgado, además, se ha apresurado a decir que tienen ese dinero a su disposición.

Este dinero, sumado a los 139.000 millones puestos a disposición de bancos y cajas a principios de 2009, más los 90.000 millones posteriores suman 232.000 millones de euros públicos, con los que bancos y cajas han saneado sus cuentas, pagado dividendos a sus accionistas y mantenido los sueldos y pensiones multimillonarias de sus ejecutivos, mientras el crédito a familias, pymes y autónomos sigue sin aparecer.

Políticos del poder y banqueros no reparan en gastos para alabar la bondad del Banco de España por su labor de control. ¿Dónde estaban esos benditos controles cuando banqueros, constructores y Ayuntamientos estaban inflando la burbuja inmobiliaria? ¿Dónde cuando bancos y cajas prestaban dinero a manos llenas sin garantías?

Antes, y en ese afán de recuperar esa ´confianza de los mercados´, el Gobierno liberalsocialista decidió subir el IVA hasta el 18%, congelar las pensiones, rebajar el sueldo a los empleados públicos, rebajar también el número de éstos a costa de los servicios públicos, y derogar algunas prestaciones sociales. Ha privatizado las cajas de ahorro. Ha aprobado una reforma laboral que hará que algunos trabajadores lleguen a lamentar no haber sido despedidos unos meses antes, ya que así a lo mejor sus despidos habrían sido improcedentes y, al menos, habrían recibido una indemnización mayor; además privatiza en parte la gestión de los Servicios Públicos de Empleo, y nos anuncia el próximo ´pensionazo´: jubilarnos más viejos y con pensiones más bajas. También se reduce la inversión pública, porque es más importante dar confianza a los mercados que generar más de 100.000 puestos de trabajo.

Mientras todo esto sucede, el paro no estacional no deja de subir, el número de familias sin ningún ingreso sigue aumentando, los procesos bancarios de embargo de casas a familias a las que antes esos mismos bancos casi les ´regalaban´ préstamos de todo tipo también crecen. Aumentan la precariedad y la exclusión social, y se reducen las ayudas. ¿Por qué no harán un test de estrés a la ciudadanía?

Zapatero, abducido por la ideología neoliberal en su vertiente radical, aplica en España las mismas políticas que Merkel, Cameron, Berlusconi o Zarkozy, políticos todos de la derecha europea. Lo mismo que haría (o hará) Rajoy si llega a gobernar. Y además advierte: «Si tengo que tomar nuevas medidas de recorte lo haré me cueste lo que me cueste». ¡Qué falacia! Él sólo puede perder su carrera política; sin embargo, y en el peor de los casos para él, con 52 años en 2012 tendrá garantizada una pensión vitalicia, con derecho a oficina, coche oficial y personal a su servicio. ¿Quién no se apunta a ese ´riesgo´?

Conozco a muchas personas con y sin cargos públicos militantes del PSOE que son de izquierdas, pero están calladas ¿A qué esperáis? ¿No os parece un giro lo suficientemente a la derecha para protestar? Desde el Gobierno se dice a la ciudadanía que estas medidas son necesarias para mantener el ´estado del bienestar´, pero sin duda se refieren al bienestar de los mercados, los banqueros, los especuladores, los ricos, los corruptos… porque el resto de esa ciudadanía va a vivir en peores condiciones, mientras que ellos incrementarán aún más su riqueza. También afirman que no caben otras medidas. ¡Mienten y lo saben! Sólo con el dinero de las ayudas a bancos y cajas gestionado por una banca pública y dedicado a financiar a familias, pymes y autónomos, por poner sólo un ejemplo, el empleo destruido habría sido mucho menor.

No existe ni en la Región de Murcia ni en España ni en Europa ni en el planeta un problema de riqueza. Nunca antes la Humanidad había disfrutado de tanta. Sólo existe el problema de la enorme injusticia en el reparto de esa abundancia. Y las medidas neoliberales de los Gobiernos regional, nacional y europeos sólo sirven para aumentar esa injusticia degradando los ´estados de bienestar´ y rebajando los derechos de la ciudadanía en beneficio de los más poderosos.

Europa ha iniciado un camino de abandono, lento pero inexorable, de esos ´estados del bienestar´ que suponen rebajas en los beneficios de bancos, multinacionales, especuladores… Este camino sólo podremos frenarlo los pueblos de Europa levantándonos contra esos Gobiernos representantes de los poderes financieros multinacionales que provocaron la crisis primero, fueron salvados con dinero público después y que ahora reclaman ´confianza´.

En ese levantamiento ya ha habido varias huelgas generales en Grecia, Francia e Italia. El próximo 29 de septiembre hay convocada una jornada de movilización a nivel europeo, que en nuestro país será de huelga general, apoyada por la práctica totalidad de organizaciones sindicales. Será una huelga justa contra medidas injustas. Una huelga necesaria para demostrar el estrés de la ciudadanía por el empeoramiento de nuestras condiciones de vida.

En España, todas las huelgas generales han logrado modificar en todo o en parte las políticas de los Gobiernos contra las que se convocaron. Para lograrlo, la huelga general del 29-S debe ser también una huelga ciudadana, de paro en el consumo y en cualquier actividad para que cese la injusticia y podamos dejar a nuestros hijos una España, una Europa y un planeta más justo y vivible.