El Partido Socialista de Cataluña ha dado libertad de voto a sus representantes en el Parlamento catalán para decidir el 28 de julio si se prohíben o no los toros en Cataluña, contradiciendo todas las promesas que su diputado David Pérez realizó en la llamada «Mesa del Toro» a la que acudieron diversas figuras del toreo, empresarios, apoderados, especialistas… que explicaron a los parlamentarios su postura ante la aprobación de una ley que borraría a la fiesta (posiblemente por llamársele Nacional) de una comunidad autónoma de nuestro país.

Los socialistas catalanes , imitando a su presidente Zapatero (¿lo es para ellos?) han mentido de una manera descarada a la opinión pública en general, a los aficionados a la fiesta, a quienes de ella viven en Cataluña, y pueden llevar a la ruina y al paro a muchas personas.

Esa incumplida disciplina de voto pone más que en peligro que la fiesta siga en Cataluña. Es entendible que partidos nacionalistas catalanes

puedan estar en contra de ésta o den libertad de voto (como ha manifestado CIU) a sus parlamentarios, pero entendemos que el espíritu de este partido es distinto para unas y otras comunidades y que están dispuestos a «vender su alma al diablo» por 30 monedas de votos o para apalancarse en sus cargos.

Sólo el Partido Popular y Ciudadanos respaldan que no se prohíba la fiesta en Cataluña y ya se han pronunciado públicamente, mientras que partidos de carácter nacional, como el PSOE, no se atreven a imponer criterios por temor catalanista o por falta de cojones.

Estos, los socialistas, son lo que llenan un burladero en la Plaza de Toros de Murcia; los amigos de las salas VIPS; de acudir a la cenas taurinas y gesticular cuando se les alude… Ahora que sus compañeros tienen la oportunidad de demostrar su reconocimiento a una fiesta que es seña de identidad de España callan, se bajan los pantalones y se arriesgan a que sean discriminados y criticados desde todos los sectores del mundo del toro.

Esto sólo lo salva de Divina Providencia o la Virgen de Montserrat , porque la libertad de voto dada por el PSC a sus diputados pone sobre las cuerdas a la fiesta en Cataluña.

Pero no pasa nada, este espectáculo para los sentidos es tan grande, que incluso volveremos a ver por el callejón de nuestra plaza para hacerse la foto a los de siempre, es decir a los compañeros de «Pinocho» David Pérez, de Montilla… y de aquellos que van a votar contra la fiesta.

Por eso se imponen reacciones inmediatas desde las filas populares. Los toros tienen que ser declarados Bien de Interés Cultura ya, sin más milongas ni demoras al menos en esta Región y pidiendo firmas está en ello el Club Taurino, Escuela Taurina, las peñas… aunque no sé cual es el número que obligue al consejero de Cultura a dar el paso definitivo. Lo mismo le puede pedir consejo a Samper.