Ser olímpico es un privilegio al alcance de solo unos elegidos. De hecho, el exclusivo grupo de murcianos que lo han conseguido a lo largo de la historia se reduce a veintinueve personas. En Río 2016 repiten Alejandro Valverde, que acude a sus cuartos Juegos y que va a superar en participaciones a Antonio Peñalver, y el atleta Miguel Ángel López Nicolás, que disputa sus segundos. La única debutante será la jugadora de baloncesto de la selección española Laura Gil, que se convertirá en la trigésima deportista de la historia en poder presumir en su currículum de haber sido olímpica.

Para encontrar al primer olímpico murciano hay que remontarse a París 1924. Un yeclano que había emigrado con su familia a Barcelona, Eliseo Morales Walter, quien falleció en 1993, fue el pionero, según los datos recogidos por el historiador Fernando Arrechea. Morales, que nació el 23 de abril de 1898 en Yecla, era miembro del equipo de remo del Real Club Marítimo de Barcelona, con el que consiguió cinco campeonatos de España y otros tantos de Cataluña. En 1924 fue seleccionado para participar en los Juegos de París con el equipo de ocho con timonel. España quedó eliminada en la primera regata después de ocupar el tercer puesto en la misma.

Cuarenta y ocho años tuvo que esperar el deporte murciano para tener a su segundo olímpico. Fue otro emigrante a tierras catalanas quien lo consiguió, el bullense Antonio Rubio, que nació el 30 de agosto de 1949, un boxeador del peso pluma que profesionalmente se dedicaba a planchista de coches y que participó en dos Juegos consecutivos, Munich 72 y Montreal 76. En territorio alemán firmó una actuación destacada, llegando hasta los cuartos de final y acabando quinto en la clasificación general, por lo que se convirtió en el primer murciano en obtener un diploma olímpico. Después, en 1976, fue víctima, según recogen las crónicas de la época, de una injusticia ante el cubano Reinaldo Valiente. Rubio recibió un izquierdazo a los pocos segundos de iniciarse el combate. Posteriormente, el árbitro, el tunecino Addala, debió descalificar a su contrincante después de derribarlo de forma ilegal, ya que el combate estaba detenido. Pero no fue así y Rubio, que en el segundo asalto se rehizo y se lo anotó a los puntos, terminó cayendo en la segunda ronda.

Eliseo Morales y Antonio Rubio fueron los pioneros en épocas donde la Región de Murcia vivía de espaldas al deporte. De hecho, ellos lo lograron tras emigrar a Cataluña.

Los primeros deportistas criados en la Comunidad Autónoma que llegaron a ser olímpicos fueron hijos de la democracia. En Seúl 88 se produjo un hecho histórico, ya que cinco jóvenes se clasificaron para los Juegos, obteniendo dos de ellos, el ciclista jumillano Bernardo González y el jinete Pedro Sánchez Alemán, un diploma. Junto a ellos estuvieron el nadador Richi Hernando, el boxeador José Ortega Chumilla, quien repitió en Barcelona, y un jovencísimo atleta de Alhama, Antonio Peñalver, quien cuatro años después, en los únicos Juegos disputados en nuestro país, se convertiría -aún sigue siendo el único- en el primer medallista murciano de la historia al lograr la plata en la exigente prueba del decatlón.

En Barcelona también estuvieron los hermanos Sánchez Jover, Paco y Jesús, quienes fueron octavos con la selección española de voleibol; la también jugadora de voleibol Inma Torres, quien sumó un diploma al ser octava con el combinado nacional; y el ciclista de Bullas Miguel Fernández, quinto en la contrarreloj por equipos.

El impulso de Barcelona tuvo continuidad en Atlanta 96, donde repitió Peñalver, ya en el último tramo de su carrera deportiva; Pedro Sánchez Alemán, que volvió a ser quinto con la selección española; los atletas cartageneros Francisco Javier Navarro y Venancio José Murcia, en 200 y 100 metros; y el ciezano Fernando Vázquez, primer marchado de la factoría de José Antonio Carrillo en el Athleo.

En Sidney 2000 se acabaron las vacas gordas y solo dos deportistas, Venancio José Murcia y la nadadora Paula Carballido, nacida en Molina de Segura pero criada en Orense, estuvieron en los Juegos.

La situación no mejoró mucho en cantidad, pero sí en calidad, cuatro años después en Atenas, donde estrenaron su condición de olímpicos Juanma Molina, quien logró un brillante quinto puesto en los 20 kilómetros marcha, y Alejandro Valverde Belmonte, quien tuvo una actuación gris en la prueba de ciclismo en ruta. La representación la completó la regatista Marina Sánchez Ferrer, duodécima en la clase Yngling.

Pekín 2008 supuso un nuevo impulso. Repitieron Valverde (13º) y Molina (12º), y se incorporaron Benjamín Sánchez (13º) y dos tenistas, la yeclana María José Martínez y el murciano Nicolás Almagro, quien cuatro años después, en Londres, los Juegos con mayor representación regional -12 deportistas-, repitió y logró un diploma, el mismo resultado que obtuvieron el ciclista alhameño Pablo Aitor Bernal y un jovencísimo Miguel Ángel López Nicolás (5º en 20 kilómetros), que en 2016 es el gran favorito para hacerse con el oro.

El balance, por tanto, es de doce diplomas olímpicos y una solitaria medalla de plata, que en Río 2016 se debe aumentar por la calidad de la participación regional