Los resultados no son demasiados satisfactorios y desvelan a todas luces que la directora alemana Margaretthe von Trota no se mueve en la comedia como pez en el agua, fruto sin duda de una filmografía en la que predomina el drama extremo, el alegato político y el biopic de personajes, en su mayoría mujeres, comprometidos con su tiempo y con la causa de la izquierda.

A pesar, sin embargo, de jugar fuera de casa, no es 'Olvídate de Nick' un producto a despreciar, sino que pue- de cumplir como mero entretenimiento si no se exige un nivel demasiado alto. Se trataba de que tres excelentes profesionales, la Von Trota, la guionista Pamela Katz y la productora Bettina Brokemper volvieran a pasárselo en grande como habían hecho poco antes las tres en Hanna Arendt. Si eso lo han logrado y, además, tampoco han aburrido al respetable, casi hay que darse por satisfechos.

Película netamente femenina y con toques feministas, 'Olvídate de Nick' se asienta sobre un guión desigual, pero a veces con chispas, elaborado por Pamela Katz, la neoyorquina del trío, que tenía, desde luego, las ideas muy claras en su afán por presentarnos a tres modelos de mujer que pueden representar unos estereotipos muy reconocibles en la sociedad norteamericana actual.

Le hubiera faltado para mejorar el panorama un mayor y más brillante ingenio que evitase algunas fases un tanto alicaídas. Jade y María pasan por delicado momentos, sobre todo la primera que se siente angustiada porque su marido, al que sigue queriendo, la ha dejado para irse a vivir con una modelo mucho más joven. Jade se toma las cosas con más filosofía, aunque comparte con María que ella fue la primera esposa de Nick, del que tiene dos hijos y con el que vivió diez años. Ahora a Jade no le queda más remedio, por motivos legales, que colaborar con una persona antagónica y a la que odia, María, para que llegue a buen término la división del espacioso ático que han recibido por los vínculos con su ex.

Así están las cosas, con apariciones solo fugaces de Nick y una relación que va suavizándose con el paso de los días entre dos personas que ponen por encima de lo demás su realidad sexual y su sensatez y en la que una de las partes todavía espera el milagro de recuperar a su hombre.