No sé si me dio más miedo ver a Risto Mejide en el estreno de lo nuevo de Chester hablando de miedos, o ver a la primera invitada, Mari Tere Campos. No sé qué les pasa a estas señoras, las Campos, digo, pero pones la tele y siempre hay alguna con lágrimas en los ojos por una cosa o por otra.

Tampoco estuvo mal el mismo domingo ver, sobre todo ver, al mismo Mejide hablando del estreno de la segunda temporada de Chester con la inquietante Toñi Moreno en ´Viva la vida´ tratando de descubrir quién es Risto Mejide, pero sin chuminadas, tratando de llegar al fondo del meollo. Ves eso y te dices ya puedo morir. Pero no, la ficción de la tele es más dura que la realidad. Aún no había pasado por ´Viva la vida´ ¡el resumen del paso de Terelu por Sálvame! Aterrador.

Conchita le hizo un polígrafo a la señora, que para la ocasión se vistió con brillos verdes y azulados de vecina que va de boda y quiere ir más llamativa que la madrina, o al mismo nivel. Habló de sexo, otra vez. Con eso lo digo todo. Yo no la vi, por supuesto. Lo sé porque su paso por el De Luxe lo resumió mi prima Toñi con un corro de lenguaraces que analizaron los pormenores de la vida de la eminente hija, que ocupó el lugar que había dejado la madre como la pringue se derrama por la olla en cuanto hierve. Todos ven comedia en esta saga, pero yo sólo veo drama. A mí me dan miedo, qué quieren que les diga. Con la ración de Campos de la tarde no tuve que ver la entrega de Chester. Suficiente.

La cotización del canguelo se puso el domingo tan por las nubes que hasta Joan Manuel Serrat dijo en ´Salvados´ que le da miedo "la mentira de una Cataluña low cost".

Cuando llegaron Zapatero y Mas estaba anestesiado.