Ha muerto José Manuel Claver Valderas, Presidente del Sindicato Central de Regantes del Trasvase Tajo-Segura (SCRATS). Han sido muchos años luchando casi milagrosamente contra la enfermedad que finalmente se lo ha llevado. Su procedencia y carácter militares deben haber tenido que ver en esa su particular batalla.

La última vez que tuve oportunidad de hablar con él le comenté que los sinsabores que últimamente estaba padeciendo a cuenta del problema del agua en el sureste español no le iban a sentar precisamente bien a su delicada salud. No le ha importado. Como militar de formación que era, ha muerto con las botas puestas. Casi mejor diría que ha ido falleciendo poco a poco, agobiado por la angustia de soportar sobre sus hombros la de un montón de familias que viven de la agricultura.

Aunque varias han sido las desavenencias y desencuentros jurídicos que hemos tenido, su caballerosidad y el buen trato profesional siempre han presidido nuestras relaciones.

Defensor de sus regantes hasta la extenuación, nunca dudó en enfrentarse con gobiernos de cualquier signo político en favor de la defensa y mantenimiento del Trasvase Tajo-Segura. Con el famoso Memorándum ha logrado, finalmente, dotarlo de una cierta seguridad jurídica, lo que ya es bastante dadas la precariedad e incertidumbre que han presidido su explotación a la largo de muchos años. Ahora falta dotarlo de seguridad política y en esa labor le vamos a echar en falta por desgracia.

Fiel Secretario General de los dos anteriores presidentes del SCRATS, Paco del Amor y José J. García Yelo, ha sido en la sombra quien ha mantenido firme al Sindicato hasta su acceso a la Presidencia.

Creo sinceramente que esta región está en deuda con José Manuel y por eso me atrevo desde estas líneas en solicitar al Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma le sea concedida la Medalla de Oro de la Región.

Como dicen en la huerta, se la merece «con colmo». Descanse en paz.