Eras mi hija única, mi hermana, mi amiga. Yo tenía tantas esperanzas contigo , por tus hechos y forma de ser. No podías verme enferma, enseguida me decías: «No te preocupes, descansa». Y me traías el desayunos y la comida ya siendo muy pequeña. Tu padre murió cuando tenías 12 años y desde entonces todo para ti eran obligaciones con todos. Ahora son recuerdos. Peinabas a todas las crías del barrio, te gustaba mucho la peluquería. Atenta a los sobrinos, los paseabas. Ayudabas a limpiar el coche. Te gustaba jugar a la PlayStation. Ahora solo recuerdos.Desfilabas en la fiesta de moros y cristianos con la tata Pascuala de blanco en Mudéjares de Zurca. Ahora solo recuerdos. Ahora, todo son recuerdos en Huelva, la playa de Punta Umbría, montábamos en barca. El Barrio del Carmen donde vivía tu abuela. La semana que pasabas en Nerpio con tus tíos Paquita y Blas. Te acuerdas de La Murada y de Torre Pacheco, tenías mucho conocimiento y todos te querían. Ahora son recuerdos. Siempre avisabas cuando te ibas de casa a las fiestas o algún evento, mandabas mensajes; tenías muchos detalles. Te fuiste andando a la fiesta a ver las carrozas de Mahoya y cuando regresabas andando, ya de noche te perdí. Te quiero mucho y te echo de menos. No hay día que no me acuerde de ti, ahora lo quiero dejar por escrito en estos días que tú te has hecho recuerdo fijo para mí.