La Ponencia de Autogobierno del Parlamento Vasco ha aprobado con el apoyo de PNV y EH Bildu la propuesta de Preámbulo de un nuevo Estatuto, en la que se recoge el derecho a decidir y se aboga por una relación bilateral y confederal con el Estado, que han rechazado Elkarrekin Podemos, PSE y PP.

La Ponencia ha tratado también el Título Preliminar del futuro Estatuto vasco. La redacción de todo este texto jurídico correrá a cargo de un grupo de expertos cuando este órgano parlamentario culmine sus trabajos.

La propuesta del Preámbulo reconoce que el actual Estatuto de Gernika ha sido positivo, pero que no se ha desarrollado por el bloqueo de las transferencias por parte de los gobiernos centrales y por la doctrina "erosionadora" del Tribunal Constitucional.

El Preámbulo aprobado recoge que el "pueblo vasco es una nación" y que "Euskal Herria es un pueblo con identidad propia" que está "asentado geográficamente sobre siete territorios políticamente articulados en dos Estados, el español y el francés".

Propone varias denominaciones para el "sujeto jurídico-jurídico institucional" que conforman Álava, Bizkaia y Gipuzkoa como "Comunidad Estatal Vasca", "Comunidad Foral Vasca", "Comunidad Nacional Vasca" o "Estado Autónomo Vasco".

Señala que este nuevo Estatus obedece a la "voluntad del pueblo vasco" de actualizar los derechos históricos y se sustentará en la "voluntad libre y democráticamente expresada por la ciudadanía vasca", tanto a través de consultas como en el Parlamento Vasco.

Contempla el derecho a decidir como la "capacidad de los vascos para decidir, expresar y ejercer su voluntad colectiva de cara a la consecución de fórmulas de convivencia acordadas voluntariamente y de establecer mecanismos que garanticen que los compromisos alcanzados sean respetados".

En cuanto a la relación con el Estado plantea que sea "bilateral, de igual a igual, de respeto, de reconocimiento mutuo y de naturaleza confederal" y que esté fundamentada en el "reconocimiento de ambas partes como sujetos políticos".

También incluye un apartado relativo a la "violencia política", sobre el que EH Bildu ha emitido un voto particular porque considera que esta cuestión debe tratarse en la Ponencia de Memoria y Convivencia, en la que no está el PP.

En él se habla de cuatro experiencias "traumáticas" que ha sufrido la sociedad vasca en los últimos 100 años: la Guerra Civil, la dictadura franquista, el terrorismo de ETA y los "contraterrorismos ilícitos". Reconoce que son diferentes pero que tienen el nexo común de un "sufrimiento injustamente parecido".

También incluye el reconocimiento de los derechos sociales y de la "igualdad real y efectiva" entre hombres y mujeres.

El portavoz del PNV, Joseba Egibar, ha reconocido que es "imposible" que todos los grupos se pongan de acuerdo "en todo" y ha defendido el "encaje político y legal" de este texto, al tiempo que lo ha desligado de la posibilidad de que su partido apoye hoy los presupuestos generales aunque se mantenga la aplicación del 155.

Maddalen Iriarte (EH Bildu) sí que lo ha ligado y ha pedido al PNV que no avale unas cuentas que "van en contra de Euskal Herria". En cuanto al Preámbulo, ha defendido que es un "paso importante" en favor del derecho a decidir y ha criticado la postura de Elkarrekin Podemos, grupo al que ha acusado de "mirar permanentemente a Madrid".

El portavoz de esta coalición, Lander Martínez, ha indicado que su voto particular es una enmienda a la totalidad "constructiva y extensa" que reclama el reconocimiento y la garantía de los derechos sociales, la igualdad entre hombres y mujeres y que recoja la "pluralidad y las especifidades" de la ciudadanía vasca.

José Antonio Pastor (PSE-EE) ha criticado que el texto sobrepasa el marco jurídico actual y que se trata de una "síntesis entre las diferentes visiones del nacionalismo, en lugar de entre las diferentes formas de sentirse vasco". Desde la convicción de que "no es posible" un Estatuto en el que coincidan la mayoría, el PSE-EE emitirá un voto particular global cuando la ponencia acabe sus trabajos.

Por último, el popular Borja Sémper ha insistido en que la propuesta queda fuera del ordenamiento político y es apoyada por una "mayoría independentista" que, a su juicio, pretende redactar en Euskadi "una constitución vasca de nacionalistas y para nacionalistas".