La Fundación ANAR ha alertado del aumento de los casos de violencia ejercida contra los menores en España entre 2009 y 2016 por parte de las parejas de los padres del niño hasta un 7,8% en 2016, cinco puntos más que en 2009. Así se desprende del informe Evolución de la Violencia a la Infancia en España según las Víctimas presentado este jueves 15 de marzo por esta fundación en el Congreso de los Diputados.

En estos ocho años, la Fundación ANAR ha atendido a través de sus teléfonos -de Ayuda a Niños y Adolescentes 900202010, del Adulto y la Familia 600505152 y el de Niños Desaparecidos 116000- un total de 2,4 millones de llamadas que dieron lugar a un total de 25.312 casos de violencia ejercida hacia un menor de edad. Además, el estudio revela que el número de casos se ha multiplicado por cuatro, pasando de 1.487 casos en 2009 a 5.930 en 2016.

De los datos también se desprende que en el 58,6% de los casos de violencia contra menores, la propia familia fue la que agredió al niño o adolescente. Este porcentaje aumenta hasta un 67,8% si se incluye a las nuevas parejas de los padres biológicos del menor que en 2016 fueron las agresoras en un 7,8% de los casos, cinco puntos más que en 2009 (cuando representaban un 2,2% del total).

El principal agresor, según muestra el informe, es el padre biológico que es el responsable de la violencia en uno de cada tres casos (34,4%). Mientras, desciende el número de casos de madres agresoras, pasando del 37,6% en 2009 al 24,2% en 2016 (uno de cada cuatro casos). Más de la mitad de las víctimas son agredidas por ambos padres biológicos (53,1 por ciento).

Del total de 25.312 casos de violencia ejercida hacia un menor de edad registrados por la Fundación ANAR, 3.605 eran casos de situación de riesgo o desamparo que presentaban una gravedad de urgencia alta y requirieron una intervención urgente por parte del Teléfono ANAR con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y servicios sanitarios de emergencias.

"Necesitamos poner freno a este ascenso alarmante de la violencia que padecen los niños, por eso necesitamos una Ley que los visualice, que les apoye, proteja y les de asistencia y tratamiento para prevenir que se produzca en el futuro", ha subrayado el director de Programas de Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros, quien ha puesto de manifiesto que cada hora detectan un caso grave de violencia contra menores.

Dentro de la violencia que sufren los menores, la Fundación ANAR ha observado un "alarmante" aumento de la violencia de género (682%), maltrato psicológico (604%), violencia escolar (584%), ciberacoso y grooming (410%), maltrato físico (304%), expulsión de casa (180%), abuso sexual (178%), violencia de un adulto a un menor en la escuela (171%), problemas de conducta (136%), agresiones extrafamiliares (93%) y abandono (73%).

Además, el informe revela que la edad media de los niños, niñas y adolescentes que sufren cualquier forma de violencia ha disminuido hasta los 11,5 años -antes se situaba en 12,3-. También ha descendido la edad a la que comienzan las agresiones hasta los 9,6 años, frente a los 10,4 de 2009. Asimismo, ha aumentado el número de casos entre los 5 y los 12 años, que han pasado de representar el 14,5 al 22 por ciento del total.

Atendiendo al género, de las cifras se desprende que en los últimos ocho años han aumentado tres puntos los casos de niñas víctimas de violencia, del 54,1 al 57,3%, frente al 42,7% de niños. Esto es debido, según explica ANAR, a que en el 75 por ciento de los casos de abuso sexual las víctimas son niñas.

Asimismo, ANAR muestra su "especial preocupación" por el hecho de que los menores tardan de media dos años en contar lo que les está ocurriendo. "La soledad acompaña al niño maltratado porque muchos de ellos se enfrentan solos a situaciones de maltrato y lo reciben en un entorno íntimo y sin testigos, pero también, porque no hay quién escuche", precisa la directora del Teléfono ANAR, Diana Díaz.

Más frecuentes y más graves

Por otro lado, el informe pone de manifiesto un incremento de la frecuencia de la violencia -en el 62,2% de los casos las agresiones fueron diarias-, la duración -en el 58,6 por ciento se prolongaron más de un año- y la gravedad -el 98,5% fueron de gravedad alta o media-.

ANAR alerta de que se ha incrementado de forma notable la violencia física fuerte -que ha pasado del 22,4 al 27,1 por ciento- y los insultos -del 31,6 al 44,8 por ciento-. Si bien, las formas de violencia que más han aumentado entre 2009 y 2016 son el acoso (16,8 por ciento), el control (28,9 por ciento), maltrato psicológico (25,4 por ciento) y ciberacoso (12,9 por ciento).

Además, de los datos se desprende que en uno de cada tres casos se producen lesiones físicas, golpes, bofetadas, puñetazos, patadas y amenazas graves, coacciones y gritos. El 6,7% de los casos presentaron traumatismos, huesos rotos y contusiones fuertes.

"Un niño que crece a base de golpes, sacudidas y puñetazos o es víctima de abusos, aprenderá que la violencia es el instrumento para resolver los conflictos en su vida y podrá repetir esa violencia con otras personas, o por el contrario vivirá temeroso y aislado", avisa la responsable del Departamento Jurídico del Teléfono ANAR, Sonsoles Bartolomé.

ANAR señala que al disminuir la edad de las víctimas y al aumentar la frecuencia, la duración y la gravedad de la violencia, los problemas psicológicos causados también se agravan y aumentan en la mayoría de los casos: ansiedad, miedo, síntomas depresivos, trastornos psicológicos, agresividad, aislamiento y soledad.

Por otro lado, los casos de ideación suicida e intentos de suicidio se han multiplicado por seis, mientras que las autolesiones se han multiplicado por 14 hasta estar presentes en un 11,7 por ciento de los casos y, en ocasiones, termina también en suicidio, casos que han pasado de representar el 0,8 al 5,4 por ciento del total en los ocho años analizados.

La Fundación ANAR ha puesto en marcha la campaña #ObjetivoANAR, Cero Violencia Contra la Infancia, con la que pretende recoger 250.000 firmas para pedir al Gobierno y a las Administraciones Públicas que pongan en marcha las medidas legales y sociales necesarias para acabar con la violencia contra la infancia, y específicamente la tramitación de urgencia de la Ley Orgánica para la Erradicación de la Violencia contra la Infancia y la Adolescencia. Los interesados pueden firmar en su web.