Carles Puigdemont ha vuelto a aparecer en un acto de la ANC para revindicar los derechos humanos. Este acto ha tenido lugar en la ciudad belga de Lovaina. Tras varios días "escondido", el expresident ha recordado que hoy se cumplen 100 en el exilio y ha querido lanzar un mensaje de paz y diálogo al Estado español.

Por ello, tilda de "dolorosa" e "injusta" la situación que viven algunos exconsellers en prisión. Para terminar, Puigdemont ha dicho que seguirá trabajando para reestablecer la normalidad en las instituciones catalanas y ha pedido coraje a sus colegas independentistas de seguir con la voluntad de construir una Cataluña independiente.

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado este martes que el presidente del Parlament, Roger Torrent, "sabe" lo que dice el auto del Tribunal Constitucional impidiendo una investidura en el Parlamento de Cataluña que no sea presencial. Por eso, ha subrayado que no puede llevar a cabo una investidura simbólica de Carles Puigdemont "sin incumplir las decisiones del TC".

En declaraciones en los pasillos del Senado, tras acudir a la sesión de control, Sáenz de Santamaría ha explicado que los Parlamentos están "para investir a diputados que cumplan la ley y lo que el reglamento manda", de forma que el candidato a presidente de la Generalitat suba a la tribuna a "defender su mandato" y exponer su programa.

Por todo ello, ha subrayado que no se puede investir simbólicamente a un presidente de la Generalitat "sin incumplir las decisiones del TC". "O sea que el señor Torrent también sabe lo que le ha dicho el Tribunal Constitucional", ha indicado la vicepresidenta del Gobierno.

Dicho esto, Sáenz de Santamaría ha recordado que Puigdemont está en esta situación porque está "fugado de la Justicia" y no es un ciudadano que esté "en su plenitud de libertades". "Tiene una orden de busca y captura por los delitos de rebelión, sedición, malversación, prevaricación y desobediencia", ha recalcado.

A su entender, Cataluña "merece a alguien que esté a pleno rendimiento", con "plenos derechos y "dentro de la legalidad" para trabajar por esa comunidad autónoma. "Creo que si en lugar de estar todos pendientes del señor Puigdemont, como están los independientes, estuvieran pendientes de Cataluña, otro gallo les cantaría", ha advertido.

Desde el Ejecutivo ven imposible esa investidura simbólica y recurrirán cualquier intento de Puigdemont de crear un gobierno paralelo desde Bruselas. "Estamos pendientes", aseguran desde el Ejecutivo, a la espera de ver si esas declaraciones de los independentistas para que una asamblea de electos invista a Puigdemont se llegan a formalizar de alguna manera.

Fuentes de Moncloa han admitido también que el Gobierno tiene análisis con las diferentes hipótesis, pero está a la espera del informe de los letrados del Parlament. Ese informe, no vinculante, debe decir si el plazo de dos meses del Parlament para investir a un presidente de la Generalitat empezó a correr el martes de la semana pasada --cuando se aplazó el pleno de investidura-- o si no se ha iniciado la cuenta atrás porque no llegó a celebrarse.