El portavoz adjunto de ERC, Gabriel Rufián, ha expresado hoy su deseo, esgrimiendo unas esposas, de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acabe "algún día con unas de estas".

En la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Rufián ha alertado al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, de que mientras la Policía y la Guardia Civil "les molieron a palos" en el referéndum ilegal del 1-O, los independentistas les molerán "a votos" el 21D.

Vistiendo una camiseta con las fotografías de los antiguos miembros del Govern encarcelados, Rufián ha denunciado que el Gobierno central ha hecho de las cárceles la "pesadilla" de los catalanes, "pesadilla" que tendrá su réplica para el Ejecutivo en las urnas en las elecciones de diciembre.

Para el portavoz de ERC, las esposas son "el programa electoral" del PP, como pudo demostrarse con el encarcelamiento de los consellers y su "paseo" por las calles de Madrid en un furgón policial antes de su ingreso en prisión.

"Ojalá un tal M.Rajoy algún día esté con una de estas", ha remachado Rufián enseñando de nuevo las esposas.

Zoido, que ha criticado a Rufián por acudir al Congreso solo para tener su "minutito de gloria" cada semana, le ha recordado que cuando llegó a la Cámara Baja prometió estar en Madrid solo 18 meses y sin embargo continúa en su escaño.

"No se ha ido, a lo mejor no le ha funcionado la impresora para imprimir su renuncia", ha ironizado el titular de Interior, en referencia a la impresora que exhibió en otro pleno del Congreso el portavoz de ERC y con la que pretendía imprimir las papeletas del referéndum del 1 de octubre.

Zoido ha defendido la actuación policial durante el traslado de los consellers desde la Audiencia Nacional hasta cárcel y que ha sido criticada por Rufián.

Ha dejado claro que se cumplió en todo momento el protocolo de traslados, aunque ha lamentado que se pudiera producir alguna "pequeña herida o erosión".

Por contra, ha denunciado los "delitos de odio" ocurridos en Cataluña contra los agentes de la Policía y la Guardia Civil que están "defendiendo la libertad" incluso de quienes les insultan.

Delitos de odio que, ha avisado, no quedarán impunes y se llevaran ante los tribunales.

Rufián, nada más terminar la respuesta del ministro del Interior, ha abandonado el hemiciclo con gesto enojado.