El exconseller de Economía del Govern catalán destituido Santi Vila ha quedado en libertad tras depositar en la Audiencia Nacional los 50.000 euros de fianza que le exigió ayer la juez Carmen Lamela para eludir la prisión, en el marco de la causa en que le investiga por rebelión, sedición y malversación.

El exconseller pagó esta mañana la fianza en la cuenta de consignaciones de la Audiencia Nacional, tras haber pasado la noche en la cárcel madrileña de Estremera junto a otros exconsellers para quienes la juez dictó prisión incondicional.

Pau Molins, abogado de Vila, precisó que su cliente podría haber pagado la fianza ayer mismo por la tarde para evitar ingresar en la cárcel, pero el exconseller prefirió pasar la noche entre rejas en solidaridad con los ocho consellers destituidos que fueron encarcelados por orden judicial.

En su declaración de ayer ante la juez de la Audiencia Nacional, el exconseller de Economía, que dimitió la víspera de que el Parlament votara la independencia, se desmarcó del resto de exmiembros del Govern al comparecer con un abogado propio, el penalista Pau Molins.

Además, Vila fue el único de los investigados que accedió a contestar a todas las partes, incluida la Fiscalía, mientras que el resto de los exconsellers optaron por responder sólo a las preguntas de sus defensas, representadas por los abogados Jaume Alonso-Cuevillas y Andreu Van Den Eynde.

La juez Carmen Lamela, que investiga a los miembros del Govern de la Generalitat destituidos a raíz de una querella de la Fiscalía que les acusa de rebelión o sedición y malversación, acordó dictar fianza para Santi Vila, al tener en cuenta que, cuando dimitió, "desistió voluntariamente de proseguir con el proceso soberanista".