La decisión de la juez Lamela de enviar a prisión sin fianza por sedición al presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez, y al de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha encontrado una rápida reacción en el independentismo catalán.

El presidente catalán, Carles Puigdemont, ha dicho en un mensaje en inglés en Twitter que "España encarcela a líderes de la sociedad civil por organizar manifestaciones pacíficas. Tristemente, tenemos de nuevo presos políticos".

El vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, Oriol Junqueras, ha criticado en Twitter la decisión: "Pedimos dialogar y el PP y la Fiscalía responden con prisión incondicional para Sànchez y Cuixart".

Sánchez y Cuixart, a los que la juez acusa de "promover" las concentraciones frente a la sede de la Consejería de Economía durante un registro de la Guardia Civil, son los únicos de los cuatro investigados por sedición en relación a ese asedio que ingresan en prisión por estos hechos tras reclamarlo la Fiscalía.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha considerado la medida una "barbaridad" y Alberto Garzón, de IU, empleó el mismo término.

Por su parte, Xavier García Albiol, el líder del PP catalán, ha indicado que "el Estado de derecho acaba poniendo a cada uno en su sitio", mientras el líder del PSC, Miquel Iceta, la ha considerado "desproporcionada".

Mientras tanto, el expresidente de la Generalitat, Artur Mas, ha criticado este lunes que la justicia encarcele "pacifismo y democracia" tras decretar prisión sin fianza para el presidente de la ANC, Jordi Sànchez, y el de Òmnium, Jordi Cuixart.

"Encarcelan ideas, anhelos, sonrisas, pacifismo y democracia. Sànchez y Cuixart son el pueblo, nuestro pueblo. ¡Libertad!", ha escrito en un mensaje en su cuenta de Instagram recogido por Europa Press.

Precisamente, Mas ha depositado este mismo lunes 2,2 millones de euros de la fianza que le reclama el Tribunal de Cuentas por organizar el 9N.