Parecía que Mariano Rajoy no tendría que volver a dar explicaciones sobre la trama Gürtel y la financiación ilegal del PP, pero nada más lejos de la realidad. Su comparecendia como testigo en el juicio del pasado 26 de julio no fue ni suficiente ni aclaradora para muchos, por lo que algunos compañeros del Congreso han decidido volver a subirle al estrado para seguir indagadando en lo que sabía y no sabía el presidente del Gobierno.

Así, Podemos y PSOE por un lado, y PDeCAT y ERC por otro, han sido los que han conseguido que Rajoy vuelva a hablar de si conocía lo que hacía Bárcenas como tesorero del partido, si pasó de largo actividades ilegales o si estaba al tanto de la existencia de la famosa 'caja B'. El presidente subrayó entonces, en el Juzgado, que sus funciones en el partido siempre han sido meramente políticas y no contables, y negó conocer la caja B reflejada en los 'papeles de Bárcenas' que, dijo, son "absolutamente falsos", ya que se puede ver su propio nombre en los mismos.

El jefe del Ejecutivo también ratificó ante el tribunal que fue él quien dio orden de dejar de contratar con las empresas de Francisco Correa -a quien negó conocer-, afirmó que "jamás" supo que se pagasen comisiones por adjudicaciones y negó haber hecho nada a favor de Luis Bárcenas pese a los SMS que intercambiaron. Ademas, en sus declaraciones aseguró que "sería absurdo que el presidente del PP tuviera que tomar decisiones sobre más de 8.000 municipios", en relacción a su desconocimiento de todos los movimientos económicos del partido. "No sé nada de las cuentas, lo supe todo por los medios de comunicación".

Ese mismo día en el que tuvo que declarar, Pedro Sánchez reclamó a Rajoy su dimisión "por dignidad" y Podemos anunció su intención de pedir la comparecencia urgente del presidente en el Congreso. Algo que el partido de Pablo Iglesias y el PSOE acabaron presentando de forma conjunta, al igual que PDeCat y ERC, que lo tramitaron por su cuenta.

Y es que, algunos de los grupos políticos consideran insuficientes las explicaciones de Rajoy en el juicio del pasado julio, reclamando así un "debate más político" sobre la financiación del partido. Como el PNV, que en la votación por la comparecencia inclinó la balanza para que Rajoy hable. "Es necesaria su declaración porque ante los Tribunales no se aclararon muchas cosas. Además, el PNV no tiene un acuerdo de legislatura con el PP y sigue siendo oposición y teniendo opinión", dijo hace unos días la presidenta del partido vasco, Itxaso Atutxa.

Aunque si Rajoy no se amedrentó frente a los fiscales del juicio, es bastante probable que lo de este miércoles concluya con parecidos resultados y se vuelvan a presenciar perlas tales como "la respuesta debe ser muy gallega, porque no puede ser riojana" o "no sé si se ha equivocado de testigo".