Uno de los episodios más misteriosos del atentado en Barcelona es el del cooperante asesinado en el coche que se saltó el control tras el ataque en la avenida Diagonal.

Ocurrió tras los atropellos en Las Ramblas, a las 19.45 horas. Cuando la Policía había cerrado la ciudad en busca del terrorista responsable ya de 14 muertes y más de un centenar de heridos, un Ford Focus se saltaba el control de salida en la avenida Diagonal atropellando a dos mossos -rompió la pierna de una sargento-, y dándose a la fuga. Poco después, un hombre fallecía dentro del vehiculo en en la localidad de Sant Just Desvern (Barcelona).

El hombre, de nombre Pablo, de 35 años, y residente en Villafranca del Penedés, había sido cooperante internacional en lugares como Haití y no contaba con antecedentes penales. En un primer momento del suceso, la Policía catalana desvinculó los hechos con los ataques terorristas, su objetivo era centrarse en la búsqueda del responsable, a pesar de que a primera hora del viernes cambiaron su versión para atribuir este muerto a los disparos de uno de los agentes para repeler el atropello. "El examen forense del cadáver hallado en el vehículo interceptado en Sant Just tras saltarse un control y arrollar a una agente en la avenida Diagonal determinó que había muerto por arma blanca", aseguró el jefe de los Mossos D'Esquadra, Josep Lluìs Trapero.

Aunque más tarde volvían a retractarse. La cuestión es que, desde el suceso, no han podido encontrar una relación entre ambos hechos, algo que también confirmó Trapero. "No hemos detectado por ahora elementos que relacionen al fallecido y al vehículo con los miembros del grupo yihadista". Según el jefe de los Mossos, el error inicial se debió a la forma en que se produjeron los acontecimientos.

La policía sospecha que el coche era conducido por otra persona, que llevaba al conductor habitual en el asiento trasero con una herida grave de arma blanca. Al comprobar la presencia del dispositivo antiterrorista se dio a la fuga. Unos metros después, un agente tiroteó el vehículo para que no escapara, aunque el conductor pudo proseguir unos tres kilómetros más hasta llegar a la altura del edificio Walden, de Sant Just Desvern.

Cuando las Fuerzas de Seguridad llegaron, el que manejaba el vehículo habá huído y el cooperante aun seguía vivo en la parte trasera, pero no actuaron en su auxilio por miedo a que fuese una trampa para hacer estallar el coche y esperaron a que llegaran los Tedax. Cuando el lugar fue declarado seguro, el joven ya había muerto.

Pese a todo, la Policía catalana no ha podido concluir que todo esté relacionado y tampoco conoce la identidad del conductor. Así, siguen investigando las relaciones y qué es lo que pasó. ¿Fue el asesino de Pablo el autor de los brutales atropellos en Las Ramblas? ¿Será Younes Abouyaaqoub, el supuesto terrorista huído, el responsable de ambos hechos?