Los dos policías condenados por dar el chivatazo a ETA en el bar Faisán de Irún en 2006 no implicaron el pasado junio en su declaración ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata a ningún superior policial que les diese la orden de desvelar la operación contra el aparato de extorsión de la banda.

De la Mata acordó hace unos meses abrir una pieza separada y reservada a raíz de un informe policial de "análisis operativo" sobre el caso Faisán y llamó a declarar al comienzo del verano al exjefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamiès y el exinspector de Álava José María Ballesteros en calidad de testigos.

Según han informado a Efe fuentes jurídicas y ha adelantado hoy el diario El Mundo, ambos ex agentes declinaron apuntar a ningún superior y no confesaron quién supuestamente les dio la orden de dar aquel chivatazo que acabó con la operación policial contra ETA que estaba en marcha.

También apuntan las fuentes que el juez José de la Mata aprovechó la ocasión de que el Gobierno había denegado el indulto que solicitaron los condenados para citarles a declarar días después.

Pero éstos negaron la mayor parte de las preguntas que les hizo tanto el magistrado como el fiscal de la Audiencia Nacional Carlos Bautista.

De la Mata ya ha levantado el secreto de sumario de la causa y ha dado traslado a las partes personadas para que hagan las alegaciones que estimen oportunas.

La Audiencia Nacional condenó a Pamiés y Ballesteros a un año y medio de cárcel y cuatro de inhabilitación por un delito de revelación de secretos por el chivatazo a ETA en el bar Faisán, penas que confirmó el Tribunal Supremo.