El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha afirmado hoy que, en el actual contexto político, el "espíritu olímpico" de Barcelona'92 lo encarnaría ahora un "referéndum pactado" entre la Generalitat y el Gobierno central.

En la sesión de control al presidente de la Generalitat en el pleno de hoy en el Parlament, Puigdemont ha respondido así al presidente del grupo parlamentario de Junts pel Sí, Lluís Corominas, quien le ha invitado a rememorar el 25 aniversario de los Juegos Olímpicos de 1992 celebrados en la capital catalana.

El presidente ha explicado que "echa de menos" el "espíritu olímpico" de los Juegos de Barcelona, que "hizo posible que gobiernos diferentes se pusieran de acuerdo sin reproches en un objetivo muy difícil".

En ese sentido, ha defendido que, "ligado a la política, el espíritu olímpico sería el referéndum pactado" sobre la independencia de Cataluña, que el Estado ha rechazado acordar.

Puigdemont ha subrayado que fueron "los mejores juegos de la historia", aunque ha matizado que "las luces no pueden tapar las sombras" que también hubieron en aquel momento.

En este sentido, ha destacado que se decretó una "una pax olímpica", que ha traducido como una "autocensura", pues ha recordado que en aquella época se produjeron "las torturas a independentistas".

También ha destacado "la indolencia absoluta" ante la "especulación urbanística" que se inició a partir de la designación de Barcelona como sede de los Juegos Olímpicos.

Por otra parte, Puigdemont ha asegurado que la Generalitat "cumplirá con el pago de la deuda" contraída mediante el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) pese a la "injusticia financiera y la insolidaridad del Estado".

Puigdemont ha respondido así al diputado de la CUP Benet Salellas, quien ha alertado de que la "deudocracia" limita "el ejercicio de las soberanías" y ha instado al Govern a "resistir ante la tiranía de la deuda".

El presidente ha reivindicado que la Generalitat no tendría que recurrir al FLA si recibiera "lo que le toca según el esfuerzo fiscal que hacen los catalanes", aunque ha asegurado que el Govern "cumplirá con el pago de la deuda".

"Cuando un gobierno contrae compromisos sobre la deuda debe pagarlos. Los tenedores de la deuda deben tener tranquilidad porque cumpliremos hasta el último céntimo de la deuda", ha sentenciado.

Salellas ha aplaudido que Puigdemont afirmara al diario francés Le Figaro que hará caso omiso de una hipotética inhabilitación dictada por el Tribunal Constitucional (TC).

En la réplica, Puigdemont ha aprovechado para ratificarse: "Si hubiese una suspensión derivada de la reforma de la ley del TC, que se hizo por lectura única, por el procedimiento de urgencia, no la aceptaré porque estará violando el Estatuto de Cataluña".

Por su parte, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha reprochado a Puigdemont que "una cuarentena de leyes y planes prometidos" por la mayoría gubernamental se hayan quedado de momento en el tintero, por lo que ha considerado un "fracaso" el actual mandato.

El presidente del grupo parlamentario de Catalunya Sí Que Es Pot, Lluís Rabell, ha recriminado al Govern y a Junts pel Sí que no siempre atiendan las observaciones que formula a sus leyes el Consejo de Garantías Estatutarias y ha emplazado a Puigdemont a "meditar sobre la estrategia de desconexión unilateral que está planteando".