La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre se ha emocionado hoy y no ha podido evitar romper a llorar ante los periodistas tras su declaración en el juicio de Gürtel al referirse a la detención de su sucesor, Ignacio González, como algo "muy lamentable".

Lo ha hecho ante una nube de periodistas tras tres horas de comparecencia como testigo en el juicio de Gürtel, en un día que ha calificado como "verdaderamente triste" después del arresto de González, el que fuera su mano derecha y al que designó como sucesor al frente de la Comunidad de Madrid cuando en 2012 decidió dejar el cargo, por supuesta corrupción en el Canal de Isabel II.

"Si es culpable, para mí, que he puesto mi confianza en él durante tantos años, es un palo verdaderamente muy, muy relevante", ha dicho Aguirre.

Pero ha remarcado: "Si no lo es, yo también estoy conmocionada porque el calvario que está pasando y el que le queda por pasar, porque la justicia en España es muy lenta, también lo sería".

Aguirre ha explicado que el fondo del asunto tiene que ver con una empresa que el Canal compró en 2013 cuando ella ya no estaba como presidenta, puesto que dejó el cargo el 17 de septiembre de 2012 para "dar un paso atrás".

Y ha querido dejar claro que mientras ocupó la presidencia nunca fue partidaria de que ni el Canal ni Metro de Madrid estuvieran en ninguno de los concursos, adjudicaciones o contratos en el extranjero. "Lo que se hiciera después de irme yo no puedo hablar de ello", ha agregado.

Tras hacer ese comentario, la actual portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid ha añadido que a lo largo de toda su vida lo que ha buscado es "la mejor utilización del dinero del contribuyente" y que, por tanto, a ella nadie le ha podido acusar "jamás de haber hecho alguna cuestión incorrecta".

"Por tanto, para mí, sería lo de Ignacio González muy lamentable", ha dicho con voz entrecortada, al borde del llanto, para acto seguido marcharse.