La secretaria de Análisis y Programa, Carolina Bescansa, ha lamentado hoy que el proceso interno del partido se haya convertido en una partida de "ping-pong" entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, y ha admitido que la consulta sobre el sistema de votación en Vistalegre II dividió a Podemos.

Bescansa se ha pronunciado así en rueda de prensa junto al responsable de Economía, Nacho Álvarez, para presentar su iniciativa 'Colectivo Mayo 2011-Pensando Podemos', que lanzan para "tender puentes" entre todos los sectores de la formación morada en un intento de "oxigenar" el debate.

Una propuesta que lanzan con un espacio y tiempo limitado, porque se disolverá después de la Asamblea Ciudadana de febrero, para recoger propuestas sobre cómo adaptar Podemos al nuevo ciclo político y centrar el debate en los temas realmente importantes, como el proceso constitucional o el cambio del modelo productivo.

"No podemos asumir una Asamblea Ciudadana donde esos temas sean desplazados por un debate permanente de 140 caracteres", ha enfatizado Bescansa antes de admitir que el resultado de la consulta convocada por Iglesias sobre el sistema de votación en la asamblea ha debilitado a Podemos.

"Un país no se dirige a golpe de 'tuit'", ha añadido Álvarez.

Bescansa, que forma parte de la plataforma 'Podemos para Todas' que Iglesias presenta en Vistalegre II, ha criticado que hasta ahora el debate haya sido una "suerte de partido de ping-pong" entre "dos jugadores", que no ha permitido expresarse al conjunto de la organización.

Visos de 'vieja política'

Ambos dirigentes han augurado que del congreso saldrán las mismas "mayorías y minorías" que hay ahora, con independencia de si se presenta una lista o varias, que eso no les debe convertir en rivales, y que van a tener que acordar mecanismos para convertir la diversidad en un caudal de fuerza.

Sostienen que en Podemos no hay lugar a las facciones, que son elementos de los "partidos viejos" que llevan a crear "brazos de madera", personas que votan de la misma manera con independencia de su opinión.

Y lanzan un "llamamiento a la responsabilidad" de todos los dirigentes para que no sucumban a esas "tendencias endémicas".

Por ello, apelan a llegar a acuerdos sobre los "temas y normas fundamentales" de organización para garantizar la cohesión del partido, que necesita prepararse para ganar las elecciones.

Ese es el objetivo de la herramienta que anuncian hoy: que todo el mundo, independientemente de que se identifique más con una u otra corriente o dirigente, pueda proponer ideas, como se hizo en su primera Asamblea Ciudadana de 2014.

Primero recoger propuestas y luego construir documentos, es la dinámica que consideran que tendría que haber llevado a cabo Podemos, y, sin embargo, se ha optado por el proceso "inverso", en el que la gente se está pronunciando sobre "documentos ya elaborados".

Unos documentos políticos, tanto el de Iglesias como el de Errejón, que Bescansa ha definido como "documentos de autor", a pesar de que el secretario general la cita como una de las personas cuyas ideas ha tenido en cuenta en ese texto.

La responsable de Análisis sostiene que "articular posiciones críticas no le deja fuera ni dentro de ningún proyecto" y que la neutralidad de la iniciativa presentada hoy no se ve comprometida por ello porque no es una propuesta "de parte", sino un proyecto metodológico sobre como ordenar el proceso interno.

De su iniciativa, han explicado, están al tanto Iglesias como Errejón: "No vale que se nos llene a todos la boca de participación y que los documentos prácticamente ya estén hechos y se limitan a informar", ha dicho Bescansa.