La percepción de los españoles sobre la situación política mejoró tras la investidura del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, después de un año de bloqueo político en el país, aunque siguen siendo amplia mayoría los ciudadanos que califican el momento político como malo o muy malo.

Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), elaborado entre el 1 y el 11 de noviembre, unos días después de la reelección de Rajoy en el Congreso, los españoles que consideraban la situación política como mala o muy mala bajaron catorce puntos en un mes.

Así, un 74,3 por ciento veían la situación política como mala o muy mala en noviembre, cuando un mes antes eran el 88,1 por ciento.

No obstante, sólo el 3,8 por ciento de los encuestados calificaban la situación política como buena o muy buena, aunque este porcentaje mejoró en tres puntos con respecto a octubre.

De forma paralela, la falta de Gobierno ya no figura en la lista de los principales problemas que citan los españoles, que sigue estando encabezada por el paro, con un 72,9 por ciento; la corrupción y el fraude, con el 36,1; y en menor medida los partidos políticos y la política, con un 25,7 por ciento.

Como novedad, las pensiones se cuelan en ese índice de preocupaciones ciudadanas y ya es citado por un 5 por ciento de los encuestados, el nivel más alto desde noviembre de 2004.

Fuerte repunte también de la preocupación por la educación -14,4 por ciento- y la sanidad -13,6-, que alcanzan niveles desconocidos en toda la serie histórica.

Más escépticos ante el futuro

Así, solo un 15,5 por ciento considera que la situación política mejorará en un año, frente al 19,1 por ciento del mes anterior, mientras que aumenta el porcentaje de los que creen que seguirá igual: el 40,3 por ciento frente al 31 por ciento. Sí baja algo el porcentaje de quienes considera que será peor, un 26,4 por ciento frente al 28 por ciento de octubre.

También mejora la percepción de los ciudadanos sobre la situación económica. Sigue siendo una importante mayoría quien piensa que dicha situación es mala o muy mala, aunque ese porcentaje baja casi dos puntos, hasta el 63 por ciento. Mientras, ven la situación económica buena o muy buena el 4,6 por ciento, un punto más que en octubre.

Ante el futuro, se eleva tanto el porcentaje de pesimistas como de optimistas, y son más, en cualquier caso, los que opinan que la economía seguirá igual.

De esta forma, el 22,7 por ciento considera que la situación económica va a mejorar -2,4 puntos más que en octubre-; el 21,3 por ciento señala que empeorará (2,5 puntos más) y el 40,9 por ciento -dos puntos más- no espera cambios.

La economía sigue estando entre los primeros problemas aunque ya en cuarto lugar, y la mencionan el 23,9 por ciento de los encuestados.

Tras el paro, la corrupción, los políticos y la economía, los siguientes problemas más citados son la educación (la citan el 14,4 por ciento), la sanidad (13,6 por ciento) y los problemas de índole social.

Menos partidarios del actual Estado de las Autonomías

Como en todos los barómetros, el CIS pregunta a los ciudadanos por el modelo territorial.

Los españoles partidarios de mantener un estado con comunidades autónomas igual que el actual han descendido en el último mes del 38,3 al 37,3 por ciento, al mismo tiempo que también pierde apoyo del independentismo desde el 10,1 al 9,4 por ciento de los encuestados.

Descienden también ligeramente los defensores de una estructura centralista, ya que los partidarios de un único gobierno central sin autonomías pasan del 18,9 al 18,5, y los que abogan por un estado de comunidades autónomas, pero con menos autonomía que en la actualidad bajan del 10,5 al 9,7 por ciento.

Por contra, el estudio refleja un leve aumento de tres décimas entre los ciudadanos que se muestran favorables a un estado en el que las comunidades obtengan más autonomía: del 13,2 al 13,5 por ciento.

El barómetro de noviembre indica también que cada vez son más los españoles con dudas respecto a la cuestión de cómo debe organizarse territorialmente España.

Así, el 11,6 por ciento "no sabe" (9,3) o "no contesta" (2,3) cuando le piden que marque el modelo territorial que prefiere, frente al 7,2 que "no sabe" y 1,8 que "no contesta" del mes anterior.