El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la primera ministra británica, Theresa May, han analizado hoy en Madrid las consecuencias del "brexit", un proceso que Londres, por boca de su ministro de Exteriores, Boris Johnson, ha asegurado que no afectará a la soberanía del Reino Unido sobre Gibraltar.

Rajoy ha recibido en el Palacio de la Moncloa a May en la que ha sido su primera visita a España desde que sustituyó a David Cameron al frente del Gobierno británico a consecuencia del triunfo en referéndum de los partidarios de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Ambos han mantenido una reunión previa a un almuerzo de trabajo y han tenido tiempo de conversar dando un paseo por los jardines del Complejo de la Moncloa, aunque al término del encuentro no ha habido una comparecencia ante los periodistas.

El Gobierno ha informado en su página web de que Rajoy ha escuchado los planteamientos de May para llevar a efecto el "brexit" y le ha trasladado que va a defender los intereses de los ciudadanos y las empresas españoles para que no se vean perjudicados por este proceso.

Pero también ha aprovechado para garantizarle el apoyo de España a la integridad del Reino Unido ante la posibilidad de que el "brexit" pueda alentar un nuevo intento de Escocia para independizarse.

Un respaldo que tiene una especial significación debido a que lo ha dejado patente en una jornada en la que la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha anunciado que su gobierno publicará la próxima semana el borrador de un proyecto de ley para pedir un segundo referéndum de independencia del Reino Unido a raíz del triunfo del "brexit".

El Gobierno no hace referencia alguna al informar del contenido de la reunión sobre la posibilidad de que Rajoy y May hayan comentado si la salida del Reino Unido de la UE pueda afectar a la soberanía de Gibraltar.

Fuentes diplomáticas habían señalado de forma previa al encuentro que es prácticamente inevitable que en una conversación de este tipo no se aluda a Gibraltar, mientras que fuentes del Gobierno subrayaban que, en cualquier caso, se trata de un asunto bilateral en el que no tiene nada que ver la negociación del Reino Unido con la UE para hacer efectivo el "brexit".

Pero la posición británica al respecto la ha dejado clara en Londres el ministro Jonhson, quien en una comparecencia ante la comisión de Exteriores de la Cámara de los Comunes ha asegurado que el "brexit" no provocará cambios en la soberanía británica del Peñón y ha advertido de que su gobierno opondrá una resistencia "implacable, marmórea" si España lo solicita.

"Hemos sido muy claros. No vemos ningún motivo en absoluto para un cambio de la soberanía de Gibraltar", ha subrayado Johnson, quien ha asegurado que había comunicado ya esta posición a su homólogo español, José Manuel García Margallo.

Margallo, tras el triunfo del "brexit" en referéndum, había manifestado que esta situación supone una oportunidad para España como no ha existido desde que en 1713 perdió Gibraltar con el fin de recuperar el control de ese territorio mediante una fórmula de cosoberanía.

Johnson ha explicado que las diferencias en este asunto no implicarán tener una mala relación con Madrid.

Esa relación estrecha y de amistad en el futuro entre los dos países y entre la UE y el Reino Unido es el deseo que Rajoy ha expuesto hoy a May durante su reunión en Madrid.

La ha explicitado además en un mensaje en su cuenta de Twitter en el que ha asegurado que trabajará junto a la primera ministra británica para preservar "los importantes lazos" que unen a España y el Reino Unido.

El presidente en funciones ha recordado en la reunión que la posición unánime de los 27 estados miembros de la Unión Europea es no abrir ningún tipo de negociación para hacer efectivo el "brexit" hasta que el Reino Unido notifique oficialmente su decisión de abandonar la Europa comunitaria.

Rajoy ha reiterado su pesar por la decisión británica y le ha enumerado las prioridades de España ante ella, que pasan por esa defensa de los ciudadanos y empresas españolas.

Pero al mismo tiempo ha garantizado que los británicos que residen en España, los millones de turistas que visitan el país y las empresas del Reino Unido establecidas en territorio español pueden estar tranquilas.