Yo no quiero juicios, ni rápidos ni nada, esto es una pijada! Doy parte a mi seguro y ella al suyo y punto. Me parece absurdo todo lo que está pasando, le están dando demasiada pompa al incidente, por unos daños en el peldaño de la cabina de unos 300 euros, es más cara la pintura que el arreglo del estribo", declaraba a este diario el propietario de la empresa de transportes Transcueto, Vicente Cueto Barragán, en referencia a la colisión en un adelantamiento que protagonizó la exvicepresidenta de la Junta de Castilla y León Rosa Valdeón.

Cueto, un empresario leonés, afincado en la Virgen del Camino, se mostraba totalmente sorprendido por el revuelo mediático y político que ha suscitado el accidente: "Algunos que están en el poder están robando y no dimiten. Todos hemos bebido alguna vez". Con esas palabras restaba importancia el transportista a lo que definió como "un roce" del Volvo que conducía exconsejera de Empleo en el tráiler que su empleado (que pide mantenerse en el anonimato) conducía con destino a León cargado de pienso para perros y lentejas.

El conductor corrobora que el percance, que sucedió hacia las 19.00 horas, tuvo lugar cuando Valdeón le adelantaba con su turismo, "a la velocidad normal para sobrepasarme, yo iba a 85 o 90 kilómetros, ella podría ir a 100 o 110, si hubiera ido a más velocidad no habría podido cogerle la matrícula", aclara. El pequeño impacto se produjo porque "salió para mi carril antes de tiempo, se pegó a la rueda delantera del lado izquierdo del camión, dio en el peldaño y partió un trozo pequeño", como comprobaría al parar a un kilómetro del lugar donde ocurrió el incidente, en la estación de servicio próxima a Espinosa de los Caballeros. Del mismo modo, se cercioró de que el coche de al alcaldesa, que llevaba la defensa partida, no había perdido ninguna pieza por la colisión lateral.

La maniobra de Valdeón "no desestabilizó el camión, ni tuve que hacer ninguna maniobra para no salirme de la carretera o hacia el arcén. Solo tuve el acto reflejo de coger el volante cuando conduces y sientes un golpe en el coche". El vehículo que llevaba la exalcaldesa "tampoco se desestabilizó, no perdió el control del coche ni hizo ninguna maniobra rara. Siguió su camino y conducía con normalidad, sin exceder la velocidad ni hacer ningún movimiento extraño". Eso sí, "me extrañó que no parara", a pesar de que "le di las luces y le pité, pero nada más. Llamé al 112 para contar lo que me había ocurrido y al poco me llamó la Guardia Civil".

Fue entonces cuando acordó encontrarse con los agentes en San Vicente del Palacio, a donde "llegaron dos agentes de la Benemérita de Tráfico en moto y les conté lo que había pasado", al tiempo, "llegaron otros dos guardias civiles de atestados" y recogieron los detalles del accidente, al que el empleado de Transcueto les relató todo lo ocurrido para que levantaran el acta y "continuar enseguida" con el viaje, en unos diez minutos.

Los agentes "no hicieron ningún comentario, trataron el asunto como un incidente más en el que un vehículo se golpea con otro", puntualiza el conductor del tráiler, quien sabría la identidad de la conductora a la mañana siguiente, cuando le llamó su jefe al escucharlo por la radio, indicó Vicente Cueto.