Las elecciones gallegas serán el 25 de septiembre, ha anunciado en rueda de prensa el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Finalmente, el titular del Ejecutivo autonómico ha decidido que la cita gallega coincida con los comicios vascos.

El lehendakari Iñigo Urkullu, del PNV, anunció la pasada semana que las elecciones en su comunidad sería el 25-S y entonces Feijóo abrió una reflexión, pues su intención inicial era que los comicios gallegos fuesen en octubre pero también que coincidiesen con los vascos, como en ocasiones anteriores.

Hace cuatro años, el entonces lehendakari Patxi López, socialista, adelantaba al 21 de octubre de 2012 las elecciones vascas y Feijóo decidía seguir su senda para que no hubiese dos elecciones en 130 días. En 2009, fue Ibarretxe quien copió a Emilio Pérez Touriño, que apostó por el uno de marzo para llamar a los gallegos a las urnas.

Feijóo ha reunido esta tarde a su Consello y mañana el DOG publicará el decreto que disuelve la Cámara autonómica. Hoy era el último día posible, según los plazos legalmente establecidos, para convocar las elecciones gallegas para el 25 de septiembre.

Feijóo opta a su tercer mandato como presidente de la Xunta y va a a por su tercera mayoría absoluta. Si lo consigue, será el único presidente de comunidad autónoma que gobierne sin necesidad de pactos en España. Tendrá que enfrentarse a una oposición debilitada. El PSdeG, con Xoaquín Fernández Leiceaga como candidato a presidente, está enfrentado por la composición de las candidaturas al Parlamento y corre el riesgo de verse superado por En Marea.

Por su parte, En Marea aún no sabe si Podemos irá en coalición con ellos a los comicios y además carece de candidato. El BNG, que estrenará cabeza de cartel con la apuesta de Ana Pontón, tras ser barrido del Congreso, luchará por la supervivencia en el Parlamento autonómico. Mantener el grupo parlamentario ya sería todo un éxito para los nacionalistas gallegos. Ciudadanos, sin líder en la comunidad, aspira a entrar en el hemiciclo gallego y ser bisagra, si el PPdeG no revalida la mayoría absoluta.