La CUP acepta la cuestión de confianza a la que se someterá el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, como "un reto" y admite su "corresponsabilidad" pero no su "culpabilidad" en el hecho que la ha motivado, el rechazo a los presupuestos en el Parlament gracias a su voto en contra.

En respuesta al anuncio de Puigdemont de someterse a una moción de confianza en septiembre, el diputado de la CUP Joan Garriga ha dicho: "Nos sentimos corresponsables pero no culpables y es, desde la corresponsabilidad que aceptamos el reto de la cuestión de confianza".

Garriga considera que "los puentes no se han roto" y que la CUP piensa "atravesarlos con otros grupos" con los que comparten "no solo el objetivo de la independencia, sino también objetivos sociales.