El ex tesorero del Partido Popular Luis Bárcenas ha manifestado que el vicesecretario de Acción Sectorial del PP, Javier Maroto, le produce "repugnancia" y "un asco tremendo", después de que éste se expresara hoy en los mismos términos respecto a él.

Se ha expresado así a su entrada en los Juzgados de Plaza de Castilla, donde está citado a declarar por la querella que le interpuso el sindicato de prisiones Acaip por afirmar que en la cárcel de Soto del Real (Madrid) se dan palizas a presos.

De este modo Bárcenas ha respondido a Maroto, quien apenas una hora antes ha declarado también ante los medios de comunicación la "repugnancia" que le produce por el "enorme daño" que ha causado al "crédito y buen nombre" del partido.

El ex tesorero ha tildado al dirigente popular de "un político de escaso nivel" que está "absolutamente desacreditado" y le ha acusado de no creer en la presunción de inocencia, razón por la cual "él mismo se descalifica".

Además, ha recordado que Maroto está condenado por el Tribunal de Cuentas por la firma de un alquiler gravoso de unas oficinas en Vitoria.

Al respecto, Bárcenas le ha reprochado ser "reo en estos momentos por un delito de malversación de caudales públicos y, probablemente, de prevaricación".

Dicho tribunal ha condenado este mes al vicesecretario y al ministro de Sanidad en funciones, Alfonso Alonso, junto al resto del gobierno municipal de Vitoria entre 2003 y 2007, a abonar 393.862 euros por esta causa.

En ese momento Maroto era concejal de Hacienda y Alonso regidor del consistorio de la capital vasca.

Dice ser testigo de agresiones de funcionarios a presos

El extesorero del PP Luis Bárcenas ha afirmado hoy ante la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Madrid que él ha visto cómo funcionarios pegaban a presos en la cárcel de Soto del Real, donde estuvo interno poco más de año y medio.

Así lo ha hecho saber a los medios a la salida de su declaración ante la juez Carmen Valcárcel, tras ser citado por la querella que le interpuso el sindicato de prisiones Acaip por afirmar que en la cárcel de Soto del Real se daban palizas a presos.

Bárcenas ha reiterado que él vio "que se pega en las prisiones", aunque ha querido dejar claro que "obviamente no es un comportamiento generalizado". Además, ha manifestado que no tiene "la mayor intención" de perjudicar al colectivo de funcionarios de prisiones, que le parece "dignísimo", algo que ha reiterado su abogado, Joaquín Ruíz Infante.

El sindicato de funcionarios reclama al ex tesorero 50.000 euros por las declaraciones que hizo a la revista Interviú, publicadas el 9 de febrero de 2015, en las que aseguró haber sido testigo de castigos físicos a internos.

"Los funcionarios llevan unos guantes especiales y normalmente las palizas y vejaciones ocurren donde no hay cámaras", declaró entonces el extesorero, quien añadió: "Y si quieren querellarse por estas declaraciones, no tendré ningún problema en defender ante todo la dignidad de las personas".