El guardia civil detenido este lunes por presuntamente tirotear a un conductor en la A-3, a la altura de la localidad madrileña de Fuentidueña del Tajo, ha dado positivo en el test de drogas a sustancias cannábicas.

Así lo han asegurado a Efe fuentes de la investigación que han precisado que el agente, Ángel Luis V.J., ha dado negativo en la prueba de alcoholemia y que, tras practicarle el test de drogas, sí ha dado positivo a sustancias cannábicas, aunque todavía se desconoce si se trata de marihuana, hachís o algún otro derivado de esta sustancia estupefaciente.

El agente ha disparado con su arma reglamentaria al menos cinco veces a la cabeza del fallecido, han informado otras fuentes, que han relatado que el guardia civil se bajó del BMW que conducía y se ha dirigido al hombre de 39 años y origen marroquí que también ha descendido de su coche, un Opel Zafira, con el que había colisionado.

El guardia civil descargó su arma contra la cabeza de la víctima, tras un primer disparo efectuado cuando huía a la carrera, han informado a Europa Press fuentes de la investigación.

El guardia civil, de 31 años, estaba de baja por enfermedad común desde hace seis días, aunque las fuentes consultadas han dejado claro que esta baja médica no tiene relación con ninguna patología psicológica, lo que implicaría la retirada del arma reglamentaria.

De hecho, según otras fuentes no cuenta con antecedente alguno de bajas psicológicas, ni siquiera cuando hace unos años falleció su hermano.

Fuentes del instituto armado han precisado que el guardia civil tenía problemas relacionados con la espalda y llevaba ya cinco años en labores de seguridad ciudadana de Quintanar de la Orden (Toledo).

Los hechos han ocurrido sobre las 7:30 horas de la mañana en el kilómetro 67 de la A-3, en el término municipal de Fuentidueña de Tajo, cuando el presunto homicida y la víctima se han bajado de sus respectivos vehículos en la autovía tras una colisión entre ambos.

Según las primeras averiguaciones, el fallecido, que conducía un Opel Zafira, habría golpeado al vehículo del agente (que manejaba un BMW), en circunstancias aún por esclarecer, y no habría parado. Entonces, el guardia civil le persiguió.

A la altura del kilómetro 67 de la autovía de Valencia, cerca de la localidad madrileña de Fuentidueña de Tajo, el Zafira ha impactado contra la mediana, ha perdido el control y luego ha chocado frontalmente contra la parte lateral izquierda del BMW, precisamente en la zona del conductor.

El agente, magullado y contusionado por el impacto, ha salido del coche y se ha dirigido al conductor y único ocupante del otro vehículo. Ha sacado su arma y le ha amenazado. El ciudadano marroquí ha salido corriendo del coche, pero ha recibido un impacto de bala en la cabeza y ha caído al suelo.

Posteriormente, y según las mismas fuentes, el guardia civil le remató ya en el suelo disparando cuatro balas más en la cabeza. De hecho, el cuerpo del fallecido ha aparecido a unos metros de su coche, pero en plena carretera.

El Grupo de Homicidios de la Policía Judicial se han hecho cargo de la investigación. Han confiscado el arma reglamentaria del agente y ha intervenido también los vehículos, han indicado desde la Comandancia.

El detenido, Ángel Luis V., de 31 años, es guardia civil y tiene 31 años. En la actualidad se encontraba de baja por lumbalgia, lo que no le impedía portar su arma reglamentaria, con la que supuestamente ha acabado con la vida del fallecido, marroquí de 39 años.

El arrestado vivía en Quintanar de la Orden (Toledo), lugar donde estaba destinado, concretamente en labores de Seguridad Ciudadana, aunque acudía frecuentemente a Arganda del Rey, donde residían sus padres. Llevaba cinco años en ese destino aunque es guardia civil desde hace una década.

El detenido dio positivo en cannabis tras un análisis practicado allí mismo. Aunque tenía contusiones leves en los hombros propios de un accidente, y del que ha sido dado de alta en el lugar, no se encontraba especialmente nervioso tras lo sucedido, han indicado a Europa Press fuentes de Emergencias 112.

La víctima residía en Illescas (Toledo). Su cuerpo ha sido trasladado al Instituto Anatómico Forense, que determinarán cuantos impactos de bala tenía inicialmente. Las diligencias judiciales han sido declaradas secretas.