Quince días después de la investidura fallida del socialista Pedro Sánchez, el líder del PSOE y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, han abierto este martes la puerta a retomar las negociaciones para la formación del nuevo gobierno, estancadas en las últimas dos semanas.

De visita en Barcelona, donde se ha reunido con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, Sánchez se ha mostrado "encantado" de poder reunirse de nuevo con Iglesias para "desbloquear" la situación y permitir así "poner en marcha el vehículo del cambio".

Horas antes, el líder de Podemos también había expresado su deseo de volver a hablar con el PSOE del único gobierno "aritméticamente viable" visto ya que la opción con Ciudadanos sólo puede salir adelante si cuenta con el apoyo del PP.

Iglesias ha insistido en que esa opción "es mala para España" y por eso ha vuelto a apostar por "un gobierno a la valenciana" conformado por las fuerzas de izquierda.

De momento, ambos han intercambiado mensajes para intentar fijar una fecha para ese encuentro y sus respectivos grupos parlamentarios se han apoyado mutuamente con su voto en el pleno del Congreso en varias iniciativas.

Un hecho que el 'número dos' de Podemos, Íñigo Errejón, cree que va en la "buena senda" para un hipotético acuerdo de investidura.

"Nos parece muy saludable que cuando hablamos de acuerdos sobre políticas sociales vayamos juntos. Indica una buena senda que pretendemos profundizar", ha remarcado.

La tercera pieza de ese puzzle es Ciudadanos, que mantendrá nuevas reuniones con el PSOE y Compromís en las próximas 48 horas y que afronta esos contactos de forma "constructiva".

El portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta, ha querido dejar claro que todas estas reuniones tendrán a PSOE y a Ciudadanos en el mismo lado de la mesa y espera que "al otro lado" también se ponga "cuanto antes" un grupo negociador "en representación del PP".

Precisamente el PP ha expresado sus dudas de que el encuentro de Sánchez con Puigdemont no intente ocultar un acuerdo "inconfesable" con las fuerzas independentistas de cara a una "segunda vuelta" de las negociaciones para la investidura.

Críticas del PP

Es el temor del portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, que cree que "hay quien interpreta" que Sánchez intenta abrir una nueva ronda de contactos para su investidura que pase por "restablecer el diálogo con Podemos, dejar de lado a Ciudadanos" e incorporar a ERC y DiL a una "abstención técnica".

Entretanto y casi tres meses después de las elecciones y sin una investidura a la vista, el Congreso y el actual Gobierno en funciones caminan hacia un conflicto institucional que puede terminar en el Tribunal Constitucional.

El Ejecutivo ha insistido hoy en su negativa a ser controlado por un Congreso que no le dio su confianza mientras que todos los grupos parlamentarios, salvo el PP, quieren que el Gobierno rinda cuentas de lo que está haciendo estos meses en funciones.

Patxi López, presidente del Congreso, ha pedido hoy por carta a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que acepte que la Cámara baja pueda ejercer la labor de control sobre el Ejecutivo para evitar un "conflicto institucional grave".

El PSOE ya ha anunciado que si el Gobierno se niega a someterse al control parlamentario y "se declara en rebeldía" promoverá que la Cámara recurra la posición del Ejecutivo ante el Constitucional, lo que necesita el acuerdo del pleno.

Por contra, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, ha negado tajantemente que el Gobierno en funciones esté "descontrolado" y ha insistido en que no puede ser controlado por un Congreso que no le nombró.

Ayllón ha recordado que no hay ningún precedente en las anteriores diez legislaturas en las que un gobierno en funciones se haya sometido al control del Parlamento

Una circunstancia que tampoco se produjo ni en el largo periodo en funciones del gobierno de Artur Mas en Cataluña, o el de Susana Díaz en Andalucía.

En esta misma línea, el 'popular' Rafael Hernando ha negado que el Gobierno se haya declarado "en rebeldía" contra el Congreso y ha acusado al PSOE de intentar aprovechar la actual situación de "anormalidad democrática" para hacer campaña electoral contra su partido y el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

Hernando confía en que no haya que llegar a los tribunales y ha acusado de "fraude intelectual y legal" a las formaciones políticas que reclaman la convocatoria de sesiones de control al Gobierno en funciones