Dos años estuvo el exconcejal del PP en Majadahonda José Luis Peñas grabando conversaciones con el presunto cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa.

Con la grabadora en el bolsillo de su camisa, registró mordidas, regalos a políticos como Francisco Camps y Rita Barberá y menciones a Esperanza Aguirre o Mariano Rajoy. Decenas de horas que en 2007 entregó a la Fiscalía y supusieron el germen de la investigación de la red corrupta.

Hoy, Peñas está acusado de haberse quedado con 32.000 euros de la red corrupta, que él niega, y se sentará en el banquillo con un Correa al que ya no dirige la palabra pero cuya hija llegó a cuidar.

Estuvo en el nido de la reina, se enteraba de todos los chanchullos y, según dice, en diciembre de 2005, cuando se dio cuenta de que aquello "no era una ONG", decidió grabarlo todo para denunciarlo.

Su vida ha cambiado radicalmente desde entonces y dice haber recibido amenazas y tener "más enemigos que Bin Laden". Ahora, a siete meses de verse sentado en el banquillo con una petición fiscal de 4 años y medio de cárcel, ha publicado un libro con título mafioso: "Uno de los suyos".

En una entrevista a Efe, celebrada muy cerca de la sede del PP de Génova donde hace años entraba y salía a todas horas -era, dice, uno de los pocos con acceso libre como asesor del partido-, Peñas desgrana algunos aspectos de este libro, una mezcla de "Torrente" y "El Padrino".

- Le sugiero un nuevo título para el libro: "Sexo, mentiras y cintas de vídeo". ¿Qué le parece?

- Sin duda. Los personajes que aparecemos, yo incluido posiblemente, somos arquetipos. Francisco Correa es un arquetipo que funciona en España y en muchos sitios del mundo. Es un tipo hecho a sí mismo, eso lo decía siempre, y profundamente machista. Ellos se pueden ir de putas todos los días, pero si tu mujer mira a un tío en la tele que está más cachas que tú, la pegas dos hostias. Así eran.

- Otra película, "El Padrino" ¿Se parece a la Gürtel?

- Me gustó más "Uno de los nuestros", Scorsese siempre me ha parecido más oscuro que Coppola. Por eso se lo puse al libro.

Peñas explica que pasó mucho miedo y estaba en un "estado de nervios continuo mientras grababa a Correa, a "El Bigotes" y demás miembros de la Gürtel, y luego, desde que en 2009 salió a la luz el caso y hasta que en 2013 se descubrieron los millones de Luis Bárcenas en Suiza, fueron años duros porque la gente le señalaba "como un traidor" y le escupía por la calle.

- Describe a Correa como un misógino acomplejado cegado por la ambición. Cuénteme más virtudes.

- Era una persona con muchas carencias afectivas y cuando tuvo mucho poder y dinero se produjo una conjunción: miraba a todo el mundo por encima. Se podía permitir el lujo de tirarle un billete de 500 euros al suelo a un camarero para que lo cogiera o de coger a una prostituta, hacerle un análisis de sida, encerrarla en un hotel durante veinte días y llevarse la llave. Tenía una sensación de impunidad absoluta.

- ¿Se arrepiente de haberle conocido?

- No. Surgió en mi vida y las circunstancias me llevaron a hacer lo que hice. Por eso lo cuento. Lo que sí me molesta es que los que realmente tenían que hacer intervenido no lo hicieron, que son los representantes del PP que conocían todo el tema.

- ¿Cree que Esperanza Aguirre debería estar imputada?

- Estaba absolutamente enterada. Ella lo que hizo fue posibilitar la trama sin intervenir en ella. Pero prefiero que no esté imputada porque la juzgará la historia, que es mucho más doloroso.

- Deja caer que Cristina Cifuentes sabía de los tejemanejes.

- No es que supiera de la trama. A ninguna persona de Génova le interesaba el escándalo y cuando denunciamos la corrupción en Majadahonda nos dijo la obviedad que decían todos: "Calmaos, meteos en el congelador un par de añitos". Es la idiosincrasia de las sectas de los partidos.

- Llega a hablar de "los hombres de Paco". Usted era uno de ellos...

- Lo que no he querido hacer es un panegírico mío. Yo no he delinquido nunca, pero he estado muy inmerso en una trama de corrupción, aunque para desactivarla. He estado en un sitio de podredumbre y al final algo se te pega. He cambiado mucho, antes era una persona más dicharachera, más alegre. He visto una parte muy fea de la vida, el egocentrismo, el machismo maloliente, que el mundo se mueve por dinero, y se me ha quitado esa sonrisa. E intranquilidad, posiblemente tengo más enemigos que Bin Laden.

- Dice en el libro que la Gürtel "es tan increíble que parece un chiste". ¿Cómo es una trama corrupta a la española?

- Son gente que tan rica que al final solo tiene dinero y con ese dinero piensan que pueden hacer de todo. Para mi eso es muy cutre y muy triste.