«No pienso renunciar a mi ciudad; seguiré compartiendo mi destino con la buena gente de Pontevedra y seguiré llevando con cariño el nombre de esta hermosa ciudad siempre en mi corazón». Así se dirige el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, a los pontevedreses en una carta personal a través del diario Faro de Vigo ­-del mismo grupo editorial que La Opiniçpm de Murcia-, en su primer viaje a Pontevedra después de que el pleno municipal de la ciudad gallega lo declarase hace apenas 20 días «persona non grata» con los votos de PSOE, Marea y BNG, y el rechazo de PP y Ciudadanos por la prórroga de la concesión a la industria papelera Ence en Lourizán.

Rajoy arguye en su misiva que siempre ha intentado actuar en la vida pública «con equilibrio, mesura y afán de concordia, principios que nunca he abandonado». «Quizá por eso -expone- lamento tanto que algunos concejales de esta ciudad que siento tan mía hayan querido hacerme daño cuando existen otras maneras mucho más razonables de mostrar el desacuerdo con un gobernante».

Sin embargo, el presidente en funciones considera que esa «afrenta» ha sido ampliamente compensasada «por todas las muestras de solidaridad y cariño» recibidas desde entonces y que le han llevado a «escribir estas palabras de agradecimiento». En su carta se muestra absolutamente seguro de que algún día, «ojalá no muy lejano, algún alcalde de Pontevedra, ojalá que el actual, planteará la retirada de esa declaración que nada aporta a la ciudad».

En su carta a los pontevedreses, el presidente recorre toda su trayectoria vital y política en la ciudad, a la que llegó con 15 años y donde conoció a su mujer, Viri, «tan pontevedresa y tan amante de esta ciudad como yo». «No voy a renunciar a Pontevedra, ni a mis amigos, ni a mis vivencias», afirma en su alegato. «Siempre vuelvo a Pontevedra, porque en esta ciudad eché mis raíces y porque no quiero ser de ningún otro lugar», proclama.