Jordi Pujol Ferrusola, primogénito del expresidente catalán, ha depositado este martes su pasaporte en la Audiencia Nacional en cumplimiento de una de las medidas cautelares que le impuso el viernes el juez José de la Mata tras tomarle declaración el día anterior sobre sus cuentas en Andorra.

Un abogado del despacho de Cristóbal Martell, letrado de Pujol Ferrusola, ha sido el encargado de entregar esta mañana en el juzgado de De la Mata el pasaporte del primogénito del expresidente catalán, evitando hacerlo él personalmente, han informado fuentes jurídicas.

Además de la retirada del pasaporte, el juez, a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, le impuso el pasado viernes la prohibición de abandonar el territorio nacional y la obligación de comparecer semanalmente en el juzgado más próximo a su domicilio.

En el auto en el que acordaron estas medidas cautelares, De la Mata las justificaba en que en su declaración Pujol Ferrusola faltó "claramente a la verdad".

El juez se basaba para ello en tres indicios criminales: que urdió un entramado societario internacional para blanquear dinero, que se fue deshaciendo de su patrimonio a raíz de la investigación judicial y que nunca ha sabido justificar de dónde salió la fortuna familiar en Andorra que él manejó, ni tampoco los 11 millones que cobró de empresarios.

El hecho de haber detectado un progresivo proceso de descapitalización de todos los activos patrimoniales y financieros desde que comenzaron las investigaciones en torno a su persona, llevó al juez a advertirle de que si hace nuevos movimientos para ocultar su capital o destruir pruebas, podría "exigir la modificación de las medidas que ahora se adoptan" y dictar alguna más severa.

Según el auto del juez, durante años "Jordi Pujol Ferrusola coordinó la gestión de un importante patrimonio económico cuyo origen no ha sido acreditado, asignándolo a toda clase de inversiones mobiliarias e inmobiliarias y operaciones financieras de distintas índole en distintas jurisdicciones y paraísos fiscales, siempre en beneficio de la familia".

Los Pujol movieron ese dinero siguiendo "pautas comunes de actuación", traspasándolo de un banco a otro de Andorra al mismo tiempo y, una vez comenzó la investigación judicial, intentando ocultarlo al unísono con un sistema de sociedades "opacas" en paraísos fiscales.

Para el magistrado, la explicación de la herencia que mantienen tanto él como su padre "colisiona de frente con la versión completamente opuesta facilitada por los propios gestores bancarios que gestionaban sus cuentas en Andorra".

Pujol Ferrusola está siendo investigado por varios delitos de falsedad documental, blanqueo y delito contra la hacienda pública, "y por otros delitos pendientes de calificación" (la Fiscalía le atribuye también un delito de integración en organización criminal).