El expresidente del Govern balear, Jaume Matas, ha asegurado hoy ante el tribunal que juzga el caso Nóos que desconocía los términos en que se contrató a Iñaki Urdangarin y que se ha enterado por el juicio.

"Voy a intentar restituir el daño que he causado y asumir mi culpa y responsabilidad porque yo dí la instrucción inicial", ha reconocido Matas, al tiempo que ha admitido que fallaron los controles sobre el gasto. "Yo tomé la orden inicial que ha desembocado en estas actuaciones", ha destacado.

Sin embargo, ha reiterado en varias ocasiones que él no supervisó las fórmulas de contratación que decidieron sus subordinados, aunque asume su culpa por lo que ellos hicieron. "Yo soy el responsable y por eso estoy aquí", ha asegurado.

"A partir de que he dado la instrucción inicial no sé nada más (...), no sé cómo deciden cumplir la orden, pero también soy consciente de que la orden es lo que motiva lo que se ha hecho después", ha declarado el expresidente.

300.000 euros a Urdangarin

Matas ha explicado que la oficina de seguimiento del equipo ciclista Illes Balears-Banesto fue la "comisión" o el "peaje" que pidió Iñaki Urdangarin como "conseguidor" o "intermediador" para conseguir dicho patrocinio.

"Mi instrucción fue: si Urdangarin consigue el proyecto, hay que pagarle un peaje", ha confesado Matas, quien ha reconocido que acordó pagar a dedo 300.000 euros a Urdangarin como comisión por formar la oficina de seguimiento del Illes Balears-Banesto. "Todo el proyecto sin Urdangarin no tiene sentido", ha recalcado.

A preguntas del fiscal Anticorrupción, el expresidente ha relatado cómo en el verano de 2003, el entonces director general de Deportes, José Luis "Pepote" Ballester, también acusado y que "tenía una muy estrecha relación de amistad y confianza con el señor Urdangarin", le dijo que éste quería hacerle una propuesta y le invitó a "un acto lúdico", un partido de pádel en la residencia del entonces duque de Palma, el Palacio de Marivent.

En un descanso del partido y "de una forma muy informal", Urdangarin le explicó que mantenía "una gran relación con el mundo deportivo" y tenía la oportunidad de conseguir lo que definió como "una ocasión magnífica para las Islas Baleares" que es "poder adquirir el equipo ciclista Banesto".

Los periodistas observan la declaración de Matas en la sala de prensa de la sede de la Escuela Balear de la Administración Pública de Palma. Foto: EFE

"Me habla además de que él tendría interés, si este proyecto se lleva a cabo, en llevar la oficina del proyecto, de forma muy informal. Le digo que lo vamos a estudiar, yo delego en su persona de confianza que era el señor Ballester, que presente el proyecto, que presente papeles, 'lo estudias y ya lo veremos'. Ahí nace la oficina del proyecto", ha detallado ante el tribunal de la Audiencia de Palma.

Matas ha admitido que asumir esa oficina era "el peaje" o "comisión" de Urdangarin para lograr el proyecto como "conseguidor intermediador o facilitador". Cuando avanzó el proyecto, se estableció que "una de las condiciones para llevar a cabo el proyecto es que hay una comisión que hay que pagar al señor Urdangarin", ha dicho.

Una parte del acuerdo era "pagarle esos 300.000 euros al señor Urdangarin", ha insistido.

"Nos interesaba estar bien con la Familia Real"

Matas ha señalado también que "nos interesaba estar bien con Iñaki Urdangarin y especialmente con la Familia Real".

"Asumo mi culpa e intentaré restituir el daño producido", ha recalcado tajante el exministro en su declaración en el juicio del caso Nóos que se celebra en Palma.

Matas declara como acusado en el juicio donde afronta una petición de condena de 11 años de prisión por los presuntos delitos de prevaricación, malversación, fraude y tráfico de influencias por los contratos del Govern balear con Nóos para organizar dos foros de turismo y deporte y llevar la oficina de seguimiento del equipo ciclista Illes Balears-Banesto, por un total de 2,5 millones de euros.