El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, ha trasladado hoy el apoyo de los socialistas al Gobierno en funciones de Mariano Rajoy para hacer respetar la ley en Cataluña si el nuevo Govern que presida Carles Puigdemont se salta la legalidad vigente.

En una declaración en la sede socialista de Ferraz, en Madrid, Hernando ha reiterado el compromiso irrenunciable del PSOE con la unidad e integridad de España y con la defensa de la Constitución, así como su rechazo a cualquier actuación que puedan dar lugar al incumplimiento de la ley y de la Carta Magna.

Hernando ha recordado que el PSOE dijo que la declaración soberanista aprobada por el Parlament catalán el pasado 9 de noviembre era el mayor desafío al orden constitucional vigente, algo en lo que se ha reafirmado.

Una declaración que fue anulada por unanimidad por el Tribunal Constitucional el 2 de diciembre, de manera que corresponde al Gobierno catalán respetar esa resolución, "porque ninguna mayoría parlamentaria puede erigirse en fuente de legitimidad jurídica ni política para vulnerar la legalidad constitucional".

Por eso, ha dejado claro que la Generalitat debe respetar en todos sus términos la resolución del TC que anuló la declaración soberanista así como los efectos de la misma.

Y si en su momento los socialistas trasladaron su apoyo al Gobierno de Rajoy para recurrir al TC, ahora ha reiterado su apoyo al Gobierno en funciones para hacer respetar la ley y defender la Constitución.

Desde el Gobierno o desde la oposición, el compromiso socialista con la legalidad constitucional y la integridad y la unidad del país es "irrenunciable", ha subrayado Hernando.

También ha querido enviar un mensaje a la ciudadanía catalana y a la española en su conjunto desde el convencimiento de que los "graves problemas de convivencia" que existen sólo se pueden solucionar a través del diálogo, la negociación y el pacto.

En este contexto, ha ofrecido la propuesta de reforma constitucional del PSOE para superar esos desencuentros seguro de que con ella se resolverían los problemas de convivencia y de que los catalanes y el resto de los españoles podrían sancionarla con su voto.

Lo que no van a aceptar es ningún planteamiento rupturista ni a consentir que se divida a la sociedad catalana entre sí ni que se separe Cataluña de España.