El presidente de la Generalitat de Cataluña en funciones, Artur Mas ha avisado a la CUP de que el proceso independentista "queda encallado" si no apoya su reelección, porque se necesita un nuevo Govern para desplegar la resolución soberanista de Junts pel Sí y CUP aprobada en el Parlamento catalán.

"Sin investidura no hay gobierno definitivo y consecuentemente el proceso queda encallado; al menos, durante un tiempo. No se entendería de ninguna manera que tuviéramos un Parlamento plenamente operativo conviviendo con un Govern que deriva de la anterior legislatura", ha precisado.

Artur Mas inició este lunes su discurso de investidura denunciando la "pseudodemocracia" española que menosprecia los resultados de las elecciones catalanas del 27S, que han dado "por primera vez en la historia una mayoría netamente independentista".

Tras el pleno extraordinario de esta mañana, en el que el Parlamento ha aprobado con los votos de Junts pel Sí y la CUP una declaración de inicio del proceso hacia la independencia, Mas ha vuelto esta tarde a la cámara catalana acompañado de su esposa, Helena Rakosnik.

Mas, que justo antes de su discurso ha departido brevemente con la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, en el hemiciclo, ha evocado los ejemplos de Escocia y del Quebec, donde ha dicho que con mayorías menos amplias los soberanistas consiguieron celebrar referendos de autodeterminación.

"En las democracias de calidad se adecúan los marcos legales para dar salida a los mandatos democráticos. En las democracias de baja calidad o las pseudodemocracias se utilizan la fiscalía, la policía y los tribunales para frenar o abortar la voluntad popular", ha señalado.

"Estamos legitimados, tenemos un mandato democrático para construir la república catalana. El reto es gigante y el trabajo inmenso. No sobra nadie, y repito, no sobra nadie", ha apuntado el presidente catalán en funciones en referencia a la CUP y su previsible veto a su investidura.

El Parlament de Cataluña ha aprobado la resolución independentista por 73 votos a favor y 62 en contra.

Mas ha defendido que el proceso soberanista no es "contra España" sino a favor de "soluciones beneficiosas" para todas las partes, al tiempo que ha asegurado que "hay margen para el diálogo y la negociación" si el Estado deja de "dinamitar puentes de entendimiento".

"Estamos legitimados para buscar un nuevo Estado y tenemos una mayoría, no para gestionar la autonomía cada vez mas escasa que tenemos, sino para construir un nuevo Estado" en el plazo de 18 meses que prevé la hoja de ruta de Junts pel Sí (JxS), ha añadido.

También se ha mostrado partidario de "combinar el uso de la autonomía limitada y recortada que tenemos con la construcción del nuevo Estado", puesto que "nadie entendería que el Govern renunciara a los instrumentos de que dispone para garantizar una vida mejor a nuestros ciudadanos" mientras "nos dotamos de los instrumentos de un Estado".

"El reto -ha subrayado- es gestionar la autonomía y construir un Estado, y esta legislatura tiene que servir para transitar de la autonomía al Estado, cada día menos autonomía y cada día más estado".

El candidato de JxS a la reelección también ha apuntado que "todos los que quieran un referéndum lo tendremos, el de ratificación de una Constitución catalana en la elaboración de la cual todos estamos llamados a participar".

Asimismo, ha denunciado que las querellas del 9N son la expresión de la "prepotencia, la miopía política y el orgullo imperial de un Estado" que "no habla ni negocia lo que no le gusta" y actúa con "tics predemocráticos": "¿Quién quiere vivir en un Estado como este?", ha denunciado.

Empleando el castellano para dirigirse al conjunto de España, ha acusado asimismo al Estado de perseguir "criminalmente a los que promueven urnas", tratar "a demócratas como delincuentes" y usar "las leyes y los tribunales para acallar la democracia, no para canalizarla".

Iniciativas sociales

Mas ha destacado que un Estado catalán tendría uno de los mejores estados del bienestar de Europa.

Ha defendido que el Govern ha intentado impulsar multitud de iniciativas para paliar la crisis social y proteger a los más vulnerables, pero el Estado "ha impuesto unos límites de déficit injustos e insolidarios", ha recurrido ante el TC leyes sociales como la de pobreza energética y no ha asumido sus compromisos en los pagos de la ley de la dependencia, entre otros incumplimientos.

Ante este panorama, Mas se compromete a desarrollar un "plan de emergencia social" basado en diez ejes, entre los que destaca la creación de una Agencia Catalana de Seguridad Social, ya recogida en la resolución independentista de JxSí y la CUP aprobada este lunes en el Parlament.

Según ha destacado Mas, la seguridad social catalana asumirá con creces todas las prestaciones que ahora cubre el Estado, como las pensiones y el paro: "Cataluña no sólo tiene capacidad para garantizar el pago de las ayudas actuales, sino que incluso puede mejorarlas".

Además de crear la Agencia Catalana de Seguridad Social, el decálogo social prometido por Mas si es presidente recoge crear una renta garantizada de ciudadanía que substituya la actual renta mínima de inserción; impulsar la protección del derecho a la vivienda, y potenciar la integración del modelo sanitario y social, con el objetivo de ofrecer más y mejor cobertura.

Entre sus compromisos también destaca la defensa de la escuela inclusiva y de éxito educativo; un plan de apoyo y protección a las familias; un sistema potente de acogida de inmigrantes; el fomento de las políticas de lucha contra el machismo; el fomento de la cultura, y el impulso del tercer sector social.