El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha agradecido este martes al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero su "aliento" y sus "sabios consejos" que, según ha dicho, le ha dado "todos los días" desde que está al frente del partido. "Siempre me he sentido respaldado por ti, José Luis", ha afirmado

Con estas palabras se ha referido el líder de los socialistas a Rodríguez Zapatero, con quien ha compartido mesa en la presentación del libro 'La falsa bonanza' del exministro Miguel Sebastián, ante una nutrida representación de los gobiernos del último presidente del Gobierno del PSOE. Entre el público estaban los exministros José Bono, Elena Salgado, Trinidad Jiménez, Valeriano Gómez, Mercedes Cabrera, Trinidad Jiménez y Magdalena Alvarez.

Nada más tomar la palabra, Sánchez ha asegurado que, desde que está al frente del partido, si ha habido alguien que le ha "apoyado" y le ha dado "aliento", como secretario general del PSOE y como candidato a la Presidencia del Gobierno, ha sido Zapatero.

Por su parte, el expresidente también se ha mostrado afectuoso con el líder del PSOE, a quien ha definido como un "buen economista y como un buen amigo". Y, tras avisarle de que ahora le van a hacer llegar críticas y consejos, ha asegurado que va a intentar que "sobre todo" le "lluevan las ayudas".

Las tensiones quedan atrás

De esta manera, parece que quedan definitivamente atrás las tensiones entre Zapatero y Sánchez, que comenzaron poco después de que fuera elegido secretario general, tras unas primarias en las que tuvo al expresidente de su lado.

El distanciamiento comenzó cuando, al inicio del curso político, el nuevo líder del PSOE se desmarcó del expresidente y tildó de "error" la reforma del artículo 135 de la Constitución que pactó con el PP. Sánchez anunció su intención de modificarlo si llegaba al Gobierno e incluso planteó una iniciativa en el Congreso, que después no llegó a presentar.

Tampoco le gustó a Zapatero que, en un foro de un medio de comunicación al que asistieron, le reprochara que su gobierno no hubiera puesto en marcha una reforma fiscal ambiciosa, una crítica que este martes ha deslizado también.

Sin embargo, su relación se resintió más cuando, a finales del año pasado, el expresidente del Gobierno se reunió con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, junto al ahora presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el expresidente del Congreso José Bono. Esa reunión, de la que no le había hablado personalmente Zapatero, no sentó bien al secretario general.

La frialdad entre ambos se escenificó en enero de este año, cuando coincidieron en la presentación de un libro del exministro Jordi Sevilla. Ese día, protagonizaron un gélido encuentro y evitaron estrecharse la mano cuando así se lo pidieron los fotógrafos. Y se volvió a palpar en la Conferencia Municipal que celebró el PSOE el pasado abril, en la que el protagonista de la clausura, junto a Sánchez fue Felipe González, mientras que Zapatero, en el público, no fue invitado a participar.