Asunta Basterra, de 12 años, murió en la tarde del 21 de septiembre de 2013 y su cadáver fue localizado durante la madrugada del día 22 en una pista forestal del lugar de Feros, en el ayuntamiento coruñés de Teo.

Las pruebas practicadas determinaron que la muerte de la menor, adoptada cuando contaba menos de un año por Alfonso Basterra y Rosario Porto, se había producido por asfixia y que, anteriormente y durante meses, la niña había ingerido un ansiolítico, Orfidal, que anuló su voluntad antes de ser asesinada.

Para los padres de Asunta, la acusación popular pide 20 años de cárcel por un delito de asesinato, una pena que la Fiscalía rebaja a 18 años de prisión. Mientras, las defensas, que mantienen que existe un plan para implicar a los padres, solicitan la libre absolución.

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Hechos justiciables

En el auto de hechos justiciables que firma el presidente del Tribunal, Jorge Cid Carballo, se recoge que el jurado deberá determinar si los dos acusados comieron junto con su hija el 21 de septiembre de 2013 en la casa de Alfonso Basterra y "puestos de común acuerdo y con la intención de acabar con la vida de la niña", le suministraron una cantidad de medicamento que contenía lorazepam "necesariamente tóxica para, posteriormente, cuando hiciera efecto, asfixiarla".

Asimismo, se someterá a juicio si Rosario Porto, ese mismo día y según "un plan acordado con Alfonso Basterra", llevó a Asunta a su casa de Montouto después de las 18,00 horas y si, entre ese momento y las 20,00 horas, ambos padres "asfixiaron a su hija por medio de la compresión que le aplicaron sobre la boca y la nariz".

También plantea el Tribunal si en un momento próximo a la muerte de la Asunta los acusados "ataron a la menor por los brazos y los tobillos por medio de unas cuerdas plásticas de color naranja" y trasladaron su cuerpo a la cuneta de una pista forestal del lugar de Feros, en Teo, a unos cuatro kilómetros de distancia de la vivienda de Porto y donde fue localizada por dos hombres a las 2,00 horas de la madrugada del 22 de septiembre.

En cuanto al grado de implicación, el presidente del Tribunal recuerda que, como consecuencia del juicio oral, deberá determinarse si los hechos relatados fueron "ejecutados voluntaria y directamente" por Alfonso Basterra y Rosario Porto y si Asunta "no pudo defenderse de modo efectivo porque estaba bajo el efecto del medicamento suministrado". En virtud de esto plantea que los hechos podrían ser constitutivos de un delito de asesinato u homicidio.