El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado hoy que el modelo federal que promoverá si llega al Gobierno será el que va a "garantizar mejor la integridad y la articulación de la unidad de España" y se ha comprometido a trasladar el Senado a Barcelona.

Sánchez ha intervenido en la Fiesta de la Rosa del PSC en el municipio de Gavá (Barcelona), en el que han participado el candidato a la Generalitat, Miquel Iceta, y la cabeza de lista al Congreso, Carme Chacón, entre otros dirigentes.

Ante 25.000 militantes, el líder socialista ha admitido que "será difícil y complejo" sacar adelante su proyecto federal para "reconocer la España tal y como es, plural en lo ideológico y diversa en los sentimientos territoriales".

"Pero la única solución política para garantizar la integridad y articulación mejor de la unidad de España será la reforma federal", ha subrayado para insistir en su idea de revisar la Constitución.

Aunque hace unos meses ya lanzó la idea, Sánchez ha confirmado que trasladará el Senado a Barcelona para que la España federal "tenga presencia en Cataluña".

El secretario general ha apostado por un proyecto de convivencia en común frente al plan independentista, a cuyos promotores ha advertido: "Cataluña no es de ninguna lista y menos de la lista de Junqueras, de Romeva y de Mas".

Su objetivo es "fracturar Cataluña"

A una semana de los comicios, Sánchez ha espoleado a los electores para decir a Mas que "la senyera, la lengua, la cultura y la historia de Cataluña no son suyas, sino de tots els catalans".

También en catalán, ha preguntado a Mas y a los integrantes de su lista "per qué diuen junts si volen dir trencats (por qué quieren decir juntos si quieren decir rotos)", cuando su objetivo es "fracturar Cataluña y aislar a una sociedad profundamente europeísta".

"Los socialistas decimos que no hay que renunciar a nada, que podéis seguir siendo catalanes, españoles y europeos, un proyecto sin renuncias",

Pese a que las encuestas apuntan a triunfo claro de los independentistas, Sánchez se ha mostrado convencido de que la mayoría de los catalanes "no quiere a Mas", sino "una Cataluña dentro de España y Europa".

El líder del PSOE ha opinado que "hay muchas formas de sentirse catalán y español", pero ha matizado: "Ningún gobernante tiene derecho a quebrantar la ley y situar a Cataluña fuera de la legalidad".

El 27S es, a juicio de Sánchez, "una oportunidad magnífica de decir adiós al hijo político de Pujol y, en diciembre, al amigo de Bárcenas", en alusión a Mas y a Rajoy, respectivamente.

Con un toque irónico, Sánchez ha observado que los catalanes "no son tan singulares" porque "sufren la misma derecha que en España" y que avala normas como la reforma laboral o la amnistía fiscal.

"Quien roba tiene nombres y apellidos"

Para Sánchez, la realidad es "tozuda" y constata que "España no es la que roba, sino que quien roba tiene nombres y apellidos y su patria en Suiza y Andorra" y juegan "a la ruleta rusa con el patrimonio de las clases medias y trabajadoras".

Ha reclamado el voto para "la Cataluña social, de los derechos, de las libertades y de las oportunidades" que "levante barreras" frente al recorte de derechos.

El secretario general ha advertido de que los riesgos de la secesión son "reales" y muchas empresas saldrán de Cataluña, lo que acarreará más impuestos para "financiar no el estado del bienestar, sino el estado de Mas".

"¿Qué patriota catalán querría eso?", se ha preguntado Sánchez, quien la próxima semana regresará otros tres días a Cataluña para hacer campaña.

Las elecciones del 27S, ha añadido, ponen "en juego el patrimonio colectivo" construido por figuras como Pasqual Maragall, Ernest Lluch o Jordi Solé Tura.

"No soy conformista. Miro hacia atrás, no para regodearme en el pasado, sino para reivindicar lo hecho juntos", ha destacado al apelar a la Barcelona olímpica y a la "unión emocional" de artistas como Miró o Serrat.