El Gobierno ha interpretado este miércoles las palabras del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidiendo una España "fuerte y unida" como una forma "diplomática" pero "clara" de rechazo a una eventual Cataluña independiente.

En los pasillos del Congreso el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha pedido a quienes en Cataluña pretenden "romper España" y 'venden' que una Cataluña independiente jugaría un rol "muy importante" en el ámbito europeo e internacional que escuchen a Obama y otros líderes internacionales, como el primer ministro británico, David Cameron, o la canciller alemana, Angela Merkel, abogando por la integridad territorial de España.

Para el titular de Interior, el mensaje internacional está "más que claro". "Éste es un debate muy malo para los catalanes, pero también para los españoles, y cuanto antes salgamos de este debate de absolutamente política ficción y que tanto daño está haciendo a todos, pues mejor para Cataluña y para todos", ha defendido.

En términos similares se ha expresado el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, quien considera que las palabras de Obama muestran algo "muy elemental" que no sólo se piensa en Estados Unidos, sino "en todas partes".

"Todo el mundo quiere que España juegue un papel importante y, para que lo juegue, tiene que estar fuerte y unida", ha reiterado Méndez de Vigo, una situación que no sólo reclama Obama, sino también Cameron, y la canciller alemana, Angela Merkel.

En este punto, el titular de Educación ha pedido "tomar nota" a aquellos que no quieren escuchar unas palabras que, a su juicio, son de "sentido común".

Este martes, además, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, se ha mostrado "encantado" con las declaraciones que ha realizado el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, acerca de que su país mantendrá relación con una España "fuerte y unida". "No me ha sorprendido nada. En Estados Unidos el tema de la secesión no gusta un pelo", ha apuntado.

"La declaración ha sido clara. Está en la más pura línea norteamericana de respeto al Estado de Derecho y no puedo más que manifestar mi satisfacción porque en estos tiempos hay que solemnizar lo obvio", ha valorado Margallo en declaraciones a los periodistas en la residencia del embajador español en Washington D.C., donde acompaña a los Reyes en su primera visita oficial a Estados Unidos.

Concretamente, Obama ha manifestado, tras reunirse por espacio de 45 minutos con Felipe VI en la Casa Blanca, que su país está "profundamente comprometido a mantener la relación con una España fuerte y unida", pero sin hacer menciones directas al proceso soberanista catalán.

Aunque el ministro ha comenzado utilizando términos más prudentes como "satisfacción" y diciendo que "es de agradecer" que el presidente norteamericano se pronuncie en esos términos, finalmente ha admitido que está "encantado" con la declaración de Obama, la cual, a su juicio, ayuda a que el electorado catalán "sepa cuáles son las opciones" que tiene de cara a votar en las elecciones del 27 de septiembre.

"Una Cataluña fuera de la comunidad internacional y de la UE, o una Cataluña integrada en España, en Europa y en la comunidad internacional", ha resumido, al tiempo que ha señalado que espera que en el debate que mantendrá el 23 de septiembre con el líder de ERC, Oriol Junqueras, estas cuestiones "queden aclaradas".

Además, Margallo ha reconocido de forma velada que las palabras del presidente estadounidense eran las que esperaba el Gobierno. Así, ha afirmado que "estas cosas no suelen caer del cielo" y que no le ha "sorprendido absolutamente nada" que tanto Obama primero como el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, después se hayan pronunciado en esos términos.

"Yo estoy encantado, para qué os voy a engañar", ha dicho entre risas el ministro de Asuntos Exteriores a los periodistas que querían conocer una reacción del Gobierno a las palabras del mandatario de Estados Unidos. Eso sí, no ha desvelado si el desafío soberanista ha sido comentado en la reunión entre el Rey y el presidente norteamericano.