Fiel a su cita estival en Asturias, el expresidente de Bankia Rodrigo Rato se encuentra estos días instalado en Gijón junto a su pareja, Alicia González. El pasado lunes, quizá queriendo alejarse del bullicio que acompaña estos días la Semana Grande gijonesa, optó por desplazarse al vecino concejo de Villaviciosa.

Llegó en una Vespa azul con su novia a un conocido restaurante de la parroquia de Quintueles, templo de la fabada y del cachopo en la zona, aunque el expresidente del Fondo Monetario Internacional y su acompañante optaron por un menú menos contundente.

"Fue algo rápido, después se fueron a la playa", comentaron los propietarios Casa Koty, un restaurante de comida casera asturiana, raciones a lo grande y de calidad. Pidieron calamares y carne guisada, menú que sirvió la hija de los propietarios. Todo ello regado con sidra. "Dijo que estaba todo muy bueno y después se fueron a La Ñora", continuaron los dueños del negocio.

El arenal maliayés es otro de los rincones favoritos de Rato durante el verano; aunque quizá por la masiva afluencia de bañistas en esta época, optó por desplazarse en la Vespa azul que ayer continuaba aparcada frente a su chalé en Cabueñes.

El exministro y su novia lucieron durante su almuerzo maliayés atuendo típicamente veraniego: polo, pantalón corto y chanclas. "Comieron en la huerta", en la zona posterior del restaurante, que les permitió pasar más desapercibidos que en la terraza principal del local. "Cuando entraron todos los conocieron, era exagerado, pero no se acercaron a él", contó la propietaria de Casa Koty.