El hasta hoy vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau (PP), quien ha dimitido tras su procesamiento por el caso Nóos, ha manifestado que este proceso "pasará a la historia por la cacería electoral" a la que le ha "sometido" el grupo municipal socialista.

Grau ha comparecido en una rueda de prensa junto a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, quien ha expresado su "cariño", "respeto" y "reconocimiento" a su vicealcalde y su decisión, y se ha mostrado convencida de que "se hará justicia" en este caso.

Barberá ha destacado que "no cabe mejor reflexión" para definir la decisión de Grau que las palabras de Winston Churchill en las que afirmaba: "el precio de la grandeza es la responsabilidad".

La alcaldesa ha destacado: "los grandes hombres asumen con responsabilidad, de frente, las grandes dificultades y también las grandes injusticias", y ha considerado que Grau, con esta "durísima decisión, está demostrando que su sentido de la responsabilidad va más allá de todo lo exigible".

"Está demostrado, como tantas veces a lo largo de su intachable trayectoria política, que es dueño del más alto sentido del honor y del deber", y ha defendido su "buen criterio" al dar "un paso atrás para que nada ni nadie quiebre la confianza que los valencianos han depositado siempre en el PP".

Barberá, para quien Grau ha sido el "mejor compañero y aliado" en los últimos 20 años, ha destacado su "intensa dedicación, inmensa capacidad trabajo y enorme inteligencia", además de definirlo como una persona "dialogante, amigo de sus amigos, afable, brillante, honorable, comprometido y responsable".

Tras la actuación como acusación del grupo municipal socialista, finalmente Grau, según decidió la Audiencia de Palma, será juzgado por prevaricación administrativa, fraude a la administración, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias y falsedad de documento oficial por los contratos que firmó como presidente de Valencia Turismo con el Instituto Nóos, de Iñaki Urdangarin.

Alfonso Grau ha destacado en su comparecencia ante los medios de comunicación que tras varios años de instrucción, pruebas, interrogatorios, "ni el juez Castro ni el fiscal Horrach han encontrado un solo delito" del que acusarle, "ni tan siquiera por cuestiones administrativas", ha precisado.

Ha añadido que se marcha "cansado del pim, pam, pum que afecta a toda" su familia, aunque ha advertido de que, "seguramente, quedan muchas acciones legales para defender" su inocencia.

"Sospecho que debo ser el único españolito que sin tener acusación del juez instructor ni del fiscal, tenga la posibilidad de tener que sentarse en un banquillo tras la persecución política de la que he sido objeto por los concejales del partido socialista en la ciudad de Valencia", ha denunciado.

Grau ha renunciado también a todos sus cargos orgánicos en el partido para ser "un militante más de base" y "el ciudadano Grau sin más", como él mismo se ha definido, y le sustituirá, como primer teniente de alcalde y coordinador de campaña del PP, Alfonso Novo, según ha avanzado Barberá.

Ha afirmado que se marcha con lo mismo con lo que vino "por una acusación política" y con "la conciencia tranquila" de haber ejercido su responsabilidad "con dignidad, transparencia y honradez", pero no quiere que su situación afecte al partido en el que milita.

Grau ha asegurado que quienes le acusan saben que no es culpable de nada, pues nada ha firmado, nada ha contratado y nunca ha tratado con los miembros del Instituto Nóos, y ha reivindicado que no hay "ni un solo papel" firmado por él, "ni tan siquiera un correo electrónico o un guasap".

Ha denunciado que las acusaciones del PSPV ponen en juego todo lo que ha conseguido a lo largo de su vida, y ha pedido a los valencianos que a la hora de ir a las urnas, tengan en cuenta que son con esos "principios y ética" con los que los socialistas aspiran a gobernar en Valencia.

Alfonso Grau, quien ha dicho que finaliza una etapa de su vida y abre "un nuevo comienzo", ha afirmado tener "absoluta tranquilidad de conciencia y confianza en la justicia", y ha avanzado que se defenderá "hasta conseguir que resplandezca la verdad, cueste lo que cueste", ha asegurado.

Ha dicho irse agradecido a los vecinos de Valencia; a los empleados del ayuntamiento, a sus colaboradores más directos y compañeros de gobierno (muchos de ellos presentes y emocionados en al rueda de prensa), y especialmente a Rita Barberá, con quien se ha abrazado en un par de ocasiones.

Procesado por el caso Nóos

El vicealcalde de Valencia ha dimitido esta mañana después de que el 2 de marzo la Audiencia de Palma confirmara que se sentaría en el banquillo procesado por el caso Nóos, la presunta trama corrupta en torno al Instituto que dirigía Iñaki Urdangarin.

El procesamiento de Grau llegó después de que la Audiencia de Palma estimara el recurso del grupo socialista del Ayuntamiento de Valencia contra el auto del juez José Castro que excluyó a Grau de la lista de acusados que se iban a sentar en el banquillo cuando cerró la instrucción del caso.

Castró ya había sobreseído la causa contra Grau en el escrito de pase a procedimiento abreviado y en ambos casos, la Audiencia de Palma corrigió a Castro y mostró los mismos argumentos para instarles a volver a imputar al ya exvicealcalde de Valencia.

Tras el último pronunciamiento, adoptado por unanimidad por los magistrados Diego Gómez-Reino, Juan Jiménez Vidal y Mónica de la Serna, contra el que no cabía recurso, el juez Castro emplazó a Grau a presentar su escrito de defensa, cuya plazo límite expiraba inicialmente el próximo día 7 de abril.

No obstante, el pasado jueves el juez Castro paralizó el plazo que dio a Grau para presentar su escrito de defensa hasta que la Audiencia de Palma responda a las aclaraciones que ha pedido sobre las acusaciones que pesan sobre él.

La Audiencia de Palma considera a Grau "impulsor de la concertación" entre la Fundación Valencia Turismo Convention Bureau (FVTCB) y el Instituto Nóos para organizar tres foros sobre deporte y diseñar la candidatura para unos Juegos Europeos y por lo que la entidad cobró 3,5 millones de euros.

Grau siempre ha defendido el carácter privado de la Fundación y que contrató con Nóos porque le parecía "una propuesta razonable", que iba a servir para la proyección internacional de Valencia, ya que tendría como invitados a personas de gran relevancia.

Los magistrados de la Audiencia han considerado que, aunque materialmente la Fundación" actuaba con entidad privada, "se refugiaba" en esa naturaleza jurídica "pese a que en realidad era de interés público, para burlar las normas de contratación", que eran de obligado cumplimiento a partir de marzo de 2005.

Según la sala segunda de la Audiencia de Palma, en cualquier caso, el conocimiento de Grau sobre cuáles eran las obligaciones de la Fundación que presidía deberán dilucidarse durante el juicio.

Apoya su decisión en testimonios de patronos de la Fundación que apuntaron hacia Grau como el máximo responsable de los contratos con Nóos y que señalaron que la dirección del organismo proponía las decisiones a adoptar y se hacía con escasa información y sin votaciones.

Además, la sala abunda en que la participación de Grau "deriva tanto del compromiso económico del Ayuntamiento como porque para llevar a cabo el proyecto era necesaria la participación del consistorio y ésta ya estaba comprometida desde que Rita Barberá remite a Urdangarín y Diego Torres a la FTVCB y a Cacsa", la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.