El presidente del Gobierno de Melilla, Juan José Imbroda, ha reiterado su lealtad y la del pueblo melillense al rey Felipe VI, que espera que "pronto" visite la ciudad, como lo hiciera en 2007 su padre, Juan Carlos I, que supuso un "hecho trascendental", que sigue en la memoria de los ciudadanos.

Lo ha hecho en su discurso durante el acto institucional con motivo del Día de Melilla, una jornada que celebra el 517 aniversario de la ciudad como parte integrante de España.

Imbroda ha arremetido contra los que "repudian" este día como fecha solemne y ha argumentado que se está o no con la llegada de los españoles en 1497, ya que no se puede magnificar la Constitución y al mismo tiempo rechazar su origen.

Al hilo de la cuestión de la españolidad, el mandatario autonómico ha aprovechado su intervención para mostrar su apoyo a los catalanes que "creen en España", a los que ha dicho que "no están solos".

"Sabemos que son mayoría y también sabemos que solo el retorcimiento de la historia, la manipulación de la realidad, con un discurso victimista, los espurios intereses personales de dirigentes nacionalistas y la torpeza de pasados dirigentes nacionales, los han llevado al camino de la confrontación y al posible incumplimiento de la ley", ha afirmado Imbroda para quien "Cataluña es España y España es Cataluña".

El presidente ha puesto a Melilla como ejemplo de tolerancia, respeto, convivencia y solidaridad entre sus distintas culturas, un patrimonio "inmaterial" que hay que contraponer a aquellos que hacen del "terror" religión.

Durante su intervención, Imbroda también ha aludido a una de las cuestiones que han puesto a la ciudad en el centro informativo mundial este año, el problema de la inmigración, con unas imágenes que "hacen daño a Melilla".

Al respecto, ha querido dejar claro que la valla fronteriza no es de Melilla, sino que es de toda la Unión Europea, a la que ha pedido fijar una política común, así como un mayor apoyo a los países de origen.

Imbroda ha resaltado la cooperación decidida de Marruecos en la lucha contra la inmigración ilegal, un país al que ha calificado como "gran vecino y aliado", al que ha pedido también su cooperación en el tránsito fronterizo y que "ponga orden" en la zona neutral, conocida como tierra de nadie.

También ha expresado, entre aplausos de los asistentes, su apoyo a la Guardia Civil en la salvaguarda del perímetro fronterizo, ha dicho que los agentes "muchas veces" son víctimas de agresiones y ha enfatizado que los rechazos en la frontera, actualmente cuestionados, "se han producido siempre".