Los 1,2 millones de euros concedidos por el Rey a la Infanta Cristina para ayudarla en la compra de la casa de Pedralbes (Barcelona) quedaron formalizados como un préstamo sin intereses por un plazo de 23 años, según la escritura notarial firmada por ambos, que ha sido facilitada hoy por la Casa del Rey.

En este documento, suscrito el 23 de diciembre de 2004, el notario Joaquín M. Rovira Perea da fe, en presencia de don Juan Carlos y la Infanta, de que ella manifiesta haber recibido ya el préstamo de 1,2 millones "mediante dos transferencias bancarias efectuadas desde cuentas particulares" del Rey y de que los pagos para devolverlo se deben realizar en el Palacio de la Zarzuela.

El Rey le proporcionó 600.000 euros en cada una de las dos transferencias, la primera de ellas realizada en julio y la segunda en septiembre de aquel año, y la Infanta asume la obligación de devolver la cantidad total en un plazo de 23 años, sin intereses, con un periodo de carencia de tres años y con amortizaciones anuales, por años vencidos, que concluyen en diciembre de 2027.

Para las diez primeras anualidades se fijó un importe anual de 50.000 euros y para los restantes diez una cantidad de 70.000 euros, según establece la escritura notarial del préstamo, donde se precisa que, no obstante, doña Cristina "podrá realizar pagos anticipados, sean parciales o sea de la totalidad del préstamo".

En el caso de pagos parciales anticipados, la Infanta puede "optar entre reducir el plazo o reducir el importe de las cuotas anuales de amortización", de modo que, si no dijera nada, se entendería "que opta por reducir el importe de las cuotas".

La escritura determina asimismo que "todas las cantidades que se deben abonar al prestamista, por cualquier concepto, como consecuencia de lo establecido en el presente préstamo, se realizarán en el domicilio del acreedor".

Fuentes de la Casa del Rey explicaron ayer que las cantidades derivadas de este préstamo de don Juan Carlos a su hija fueron reseñadas debidamente en la declaración de Patrimonio que la Infanta hizo en el ejercicio fiscal correspondiente.

Para adquirir la vivienda de Barcelona, un chalet situado en la calle Elisenda de Pinós y conocido como el "palacete de Pedralbes" por el barrio donde está situado, doña Cristina e Iñaki Urdangarin pidieron un préstamo hipotecario de seis millones de euros, según reveló al juez Castro el notario de los duques, Carlos Masia.