Los 'indignados' del movimiento 15 de marzo en Barcelona han lamentado este viernes que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, asociara a su colectivo con la 'kale borroka' y el consejero de Interior, Felip Puig, lo relacionara con guerrillas urbanas, cuando han reiterado que su movimiento es pacifista y no tiene nada que ver con los violentos que asediaron a los diputados en el Parlamento catalán el 15 de junio.

En una rueda de prensa celebrada en el parque de la Ciutadella, que alberga el Parlamento catalán, los indignados se han referido a los comentarios del presidente y el consejero que, si bien iban dirigidos a los grupos violentos y no a todo el movimiento, los indignados entienden que responden a una estrategia de desprestigio al movimiento para tratar de acabar con el respaldo social con el que cuenta.

"El debate generado en torno a los sucesos del 15 de junio está sobredimensionado con el objetivo estigmatizar a un colectivo mediante la estrategia política y de desviar la atención de los recortes que se llevan a cabo desde el Govern catalán y con la finalidad de legitimar nuevas formas de represión policial contra un movimiento pacífico", ha explicado la 'indignada' Alicia Domínguez en la lectura de un comunicado y en referencia a la actuación policial del 27 de mayo.

Los indignados han lamentado también que se criminalice al movimiento por los incidentes contra los diputados que "supuestamente" realizaron los manifestantes y, pese a que rechazan la violencia verbal y física que sufrieron, recuerdan que no hubo ningún parlamentario herido, hecho que contrasta, a su juicio, con la nula autocrítica de la acción policial que causó diversos heridos.

"Las camisas manchadas de algunos políticos parecen pesar más que los 40 heridos, a los que se suman otros 147 de los incidentes del 27 de mayo", han valorado, asegurando que su movimiento asusta a la clase política porque está abriendo nuevos métodos de participación, que ponen en cuestión la legitimidad del sistema democrático, cosa que entienden que explica la desproporcionalidad del despliegue realizado y la inefectiva estrategia policial.

Para los 'indignados', con este dispositivo Felip Puig ha conseguido la foto que buscaba, con la que intentaba avalar la "violenta" actuación del 27 de mayo, y aseguran no entender por qué algunos diputados utilizaron las puertas más concurridas para entrar a pie.

Falta de 'feedback' con los Mossos

El 'indignado' Jesús García ha criticado, en declaraciones a Europa Press, que un intendente de los Mossos les dijera en la reunión mantenida con representantes del colectivo un día antes del bloqueo que intentarían hablar con los indignados "antes y durante la manifestación" para que no hubiera altercados.

"Nosotros no nos hacemos responsables de los incidentes del bloqueo al Parlamento catalán, porque somos un grupo pacifista. Si nos hubieran llamado como habían dicho un día antes, podríamos haber creado un cordón humano para que pudieran pasar", ha asegurado.

Y es que según han explicado varios 'indignados en la rueda de prensa, la intención era bloquear los recortes, pero no el Parlamento catalán, y el cordón humano no pretendía impedir el paso de los diputados --era simbólico, dicen--, y pretendía que los manifestantes se sentaran de forma pacífica y con los brazos entrelazados hasta que los mossos los sacaran mientras los indignados no opondrían resistencias.

El movimiento del 15 de mayo sustenta su intención pacífica en que tras la primera decidieron asambleariamente marcharse de las inmediaciones del parque para ir a la plaza Sant Jaume y entonar la 'Estaca'.

Domingo

Han reconocido que es muy difícil comunicar las decisiones y que se cumplan en un grupo heterogéneo y sin representación, cosa que demuestra el hecho de que un grupo decidió quedarse ante las puertas del parque, aunque han asegurado que trabajan para que no se den movimientos violentos en la manifestación contra los recortes del próximo domingo.

La primera de las medidas la han tomado en la rueda de prensa pidiendo a los violentos que se abstengan de participar en la manifestación, y aunque reconocen que es difícil, estudiarán mecanismos para que no se repitan los sucesos del bloqueo al Parlamento catalán.