El que fuera jefe del aparato militar de ETA Juan Ibón Fernández Iradi, "Súsper", fue condenado hoy a 30 años de cárcel por el Tribunal de lo Criminal de París, que también dictó penas de entre 18 y cinco años para otros seis miembros de esa estructura de la banda terrorista.

La pena de Fernández Iradi (37 años), que tiene abiertas diversas causas en España, se fusionará con otra condena a 15 años que había sido dictada contra él en Francia en 2008 y a efectos de su cumplimiento sólo prevalecerá la pena dictada hoy.

Esa pena de treinta años se sumará a otra, también de 30 años de prisión, dictada igualmente el pasado año, por herir gravemente a un gendarme en noviembre de 2002.

Los magistrados sentenciaron a 18 años de cárcel a Gorka Palacios Alday (35 años), jefe de los comandos de ETA cuando en diciembre de 2003 se produjeron las dos operaciones policiales, en Mont de Marsan y en las afueras de Pau, que permitieron el arresto de los siete etarras que han sido juzgados desde la semana pasada.

Segundo arresto en Francia

Para "Súsper" se trató del segundo arresto en Francia, ya que había sido capturado justo un año antes también en el suroeste del país, pero entonces logró escaparse, sólo dos días después, de la comisaría de Bayona por un conducto de aireación.

El tribunal, compuesto íntegramente por magistrados profesionales, dictó hoy una pena de 15 años para Juan Luis Rubenach Roiz (46 años), presentado por la Fiscalía como el responsable de la logística del aparato militar de la banda.

José Miguel Almandoz Erviti (37) e Íñigo Vallejo Franco (33), que según la acusación se encargaban de la formación de activistas, recibieron 12 años de prisión cada uno.

Para Patxi Abad Urkixo (34), que ocupaba el mismo piso franco de Mont de Marsan en el que vivía "Súsper", los ocho magistrados dictaron 10 años de prisión y, como en el caso de los cinco anteriores, señalaron que tendrá que cumplir de forma efectiva -entre rejas- dos tercios de la pena.

Expulsión definitiva del país

Además, contra los seis se pronunciará la expulsión definitiva de Francia una vez que terminen sus respectivas condenas.

Un poco diferente es la situación de Garazi Aldana (27), la única mujer que se sentaba en el banquillo, y que además comparecía libre bajo control judicial, sentenciada a cinco años.

Para Aldana, que ya pasó un año de prisión preventiva tras ser arrestada en el mismo piso que "Súsper", de los cinco años de la pena dictada hoy, tres son exentos de cumplimiento aunque en condiciones de "puesta a prueba".