José Ignacio Munilla Aguirre, nombrado ayer por el Papa nuevo obispo de San Sebastián, aseguró en Palencia que acudirá a su nuevo cometido sin ganas de polemizar y con el objetivo de ser "pastor de todos y sin excluir a nadie" Munilla, nacido en San Sebastián el 13 de noviembre de 1961, dijo, en su primera conferencia de prensa tras el nombramiento, que la toma de posesión tendrá lugar el 9 de enero en la catedral del Buen Pastor de San Sebastián.

El hasta ahora obispo de Palencia subrayó, dentro de su deseo de no polemizar ante las críticas que ha recibido en sectores políticos del País Vasco, que considera fundamental "mantener las relaciones personales", y apuntó que confía "en la buena voluntad de todos sin exclusión". Asimismo, dijo que no se deberían hacer interpretaciones políticas respecto a la posición de la Iglesia, "porque distorsiona la realidad".

Una de las voces críticas ha sido la de el presidente del GBB del PNV, Joseba Egibar, quien le calificó ayer como "un ultraconservador" y del que dijo que "más a la derecha tiene la pared, porque no hay nada más a la derecha". El dirigente abertzale cree que se pretende "despersonalizar" la Iglesia vasca porque tiene "excesiva personalidad". Por su parte, el portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor, afirmó que el nombramiento de Munilla "parece que puede provocar algún que otro roce" con la Iglesia de este territorio, porque este prelado tiene una ideología "muy conservadora".

La única voz a su favor llegó desde el PP. Ayer, el secretario general del PP de Guipúzcoa, Borja Semper, aseguró que Munilla "va a conseguir de una vez por todas que desaparezca cierta ambigüedad que la Iglesia, concretamente en Guipúzcoa, ha mantenido respecto a ETA y las víctimas".